Fútbol

Inocencio Arias: «La Virgen de la Almudena se le aparece a menudo al Madrid»

Hinchas

El diplomático recuerda con ABC anécdotas de su pasado como dirigente en el club blanco

Lorenzo Caprile: «Admiro a Del Bosque por ser un ejemplo de coherencia»

Inocencio Arias posa para ABC tras la entrevista Ernesto Agudo

Diplomático, escritor y declarado seguidor del Real Madrid, para el almeriense Inocencio Arias (Albox, 84 años) no existen temas prohibidos sobre los que conversar. También habla de deporte y fútbol, aficiones que le han acompañado durante toda su vida. Hoy, comparte su mochila de ... experiencias con ABC. Y no son pocas.

—La primera pregunta de esta sección suele ser qué supone el deporte en su vida. En su caso, casi que estoy por preguntarle ¿qué sería de su vida sin el deporte?

—He jugado al fútbol hasta los 35 años. He hecho carreras de fondo. El deporte es una afición que, si entras en ella, es apasionante.

—Nadie como usted sabe lo que puede hacer esa actividad en las relaciones entre naciones, en la economía, en todo.

—Nos coloca en el mapa. La gastronomía también, pero no tanto. Hace unos años, en Valencia, viajé con unos egipcios a los que lo que más les impactó de España fue que Atleti y Madrid iban a disputar una final de Champions.

—¿Qué anécdota, que no haya contado aún, le serviría para ilustrar esa importancia?

—Recuerdo un viaje a Singapur con Fernández Ordóñez y su jefe de gabinete, que se llamaba Santiago. En el aeropuerto, estábamos buscando un disco y al encontrarlo le dije 'Santiago, el disco está aquí'. Nada más escuchar ese nombre, el dependiente empezó a relatar: 'Santiago Bernabéu, Carlos Santillana, Butragueño…' Eso pasó en los confines del mundo y el canalla aquel los conocía a todos.

—Usted fue director general del Real Madrid con Ramón Mendoza. Aquel Madrid era muy distinto al de ahora.

—Era otro mundo. Más artesanal, con procedimientos de la primera mitad del siglo XX. Y estábamos en la última. Ahora, con Florentino, estamos ya en el XXI.

—¿Qué le pasó con Martín Vázquez?

—Acababa yo de coger la dirección general del club. Durante un partido, dije que Rafa debía apartarse un poco al sacar una falta, exponiéndose a que le sacaran una tarjeta amarilla y le pudieran expulsar. Se me ocurrió comentar que los futbolistas debían madurar, que no podían desconocer las normas o coger un berrinche y poner en peligro los intereses del Madrid. Hubo un sector en el club que llegó a pensar que yo era una especie de caballo de Troya. La condición humana es así de barata.

—¿Qué opinión tiene de Florentino?

—Está transformando el club. Durante un tiempo, la suerte le fue esquiva. Ahora, ha colmado su vaso. Ha convertido al club en el mejor de Europa, ha hecho el mejor estadio del mundo.

—El presidente ideal, vamos.

—Ideal no hay ninguno, pero va a marcar una época y, comparado con alguno de los que le precedieron, es infinitamente mejor.

—Se me hace raro que no se le invite al palco asiduamente.

—Pido los favores justos. Nunca una entrada para una final europea, por ejemplo, y para Lisboa me hizo falta. Pero el Madrid se porta muy cortésmente conmigo. Y el palco no me gusta. Estás cohibido y no puedes gritar 'cabrón' cuando le pegan una patada a Vinicius, porque estás al lado de alguien del equipo contrario.

—El Madrid echa de menos un Kroos, está más lento que otras temporadas, Mbappé no acaba de ser el que se esperaba. Pero nadie duda de que tiene muchas opciones de volver a hacer doblete. ¿Qué tiene este equipo?

—Una plantilla muy buena. Florentino hace buenas plantillas. Bernabéu también las tenía. Además, tiene a gala entregarse a fondo en todos los partidos y admito que tiene suerte. El año pasado la tuvo. Se le aparece, con frecuencia, la Virgen de la Almudena, más que a otros equipos. Claro que también se ha roto los cuernos más que otros.

—Y alguna ayuda arbitral, también, ¿no?

—Eso es una leyenda estúpida, montada por envidiosos. Sobre todo, culés.

—Ya estamos…

—Cruyff decía que el Madrid ganaba por decreto. ¿Con Di Stéfano, por decreto? El Madrid ganaba las ligas porque tenía el mejor equipo de Europa y ganó cinco Copas de Europa seguidas. Y que fuera de España, se movía en los despachos como nadie. ¡En la época de Franco! Aquí, durante el franquismo, el Madrid estuvo 14 años sin ganar una liga.

—¿Quién es peor enemigo-rival: el Atleti o el Barça?

—Disfruto más ganándole al Barça. Nos ha ganado más títulos. Y es el club que más fomenta la leyenda negra madridista. Es raro que algún destacado azulgrana no haya dicho alguna frase estúpida sobre los triunfos del Madrid.

—¿No le da envidia el saber hacer en la cantera azulgrana?

—No lo veo con acritud. Me parece bien. Lamine tiene una clase excepcional. Si el Barça derrota al City estoy encantado. Pero si le gana al Madrid o al Almería ya no lo estoy tanto. Y si me entero que existe un Negreira, menos.

—Qué faena lo de Carvajal. ¿Se puede parar esta sangría de partidos y lesiones?

—Es un engranaje económico. Es difícil pararlo. Esto se ha disparado. Dios quiera que Carvajal vuelva. Sufro cuando lesionan a un jugador, aunque no sea del Madrid. Pero no le veo solución a esto, la verdad.

—¿Y a la violencia de los ultras?

—Hay que ser preventivo. ¿Por qué cuando empezó a correr el rumor de que iban a ir enmascarados al Atleti, el club no emitió una nota severa y firme afirmando que nadie podría entrar así al estadio y que, quien lo hiciera, no entraría más al campo? Es un error eso de no querer enemistarse con los hinchas. Pero era obvio que el Atleti iba a lamentarlo. Y no niego que estén irritados y avergonzados, pero estuvo lento.

—Diplomático, pero no se corta. Aquello de que «Guardiola es menos genio de lo que él cree». ¿Lo matiza?

—Es un buen entrenador. Pero va con unas ínfulas, como si hubiese descubierto el fútbol y la virginidad. Si tengo que escoger un entrenador con el que me quedaría de los últimos años, uno de los primeros sería él pero no el mejor. Y menos, de forma indiscutible.

—¿Quién le faltaría al Madrid para ser el mejor de todos los tiempos?

—Di Stéfano. Fue mejor que Mbappé, que Bellingham y que Vinicius. Él jugaba bien todas las tardes. No recuerdo un partido malo. Mbappé, depende. Ni siquiera Maradona era más genial.

—¿Qué le faltaría a usted hoy para volver al fútbol?

—No volvería. Todo depende de que entre la pelota. Hubo un tiempo en que se premiaba la informalidad, la palabra dada no existía. Mi paso por el Madrid fue eso. Incumplíamos un compromiso cada dos meses. Esta directiva ha cambiado mucho pero, en el fútbol, el incumplimiento de la palabra es relativamente frecuente. A mí eso me pone nervioso.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios