Iker, un libro blanco de 400 partidos

En Zaragoza, como en casi todos los estadios, volvió a ser un talismán para sus compañeros. Evitó el posible tanto del empate local en un disparo de Lafita que el guardameta desvió en una demostración de reflejos. El delantero blanquiazul se mesó el cabello. No se lo creía. Lafita señaló que la clave del triunfo madridista no fueron ni Cristiano con su golazo, ni Marcelo en el pase del 0-1, sino el aura que este portero posee para aparecer en los momentos críticos.

El «galáctico de Móstoles» debutó el 12 de septiembre de 1999 en San Mamés, con 18 años. Una lesión del alemán Bodo Illgner, aquel arquero que se acostaba a las diez de la noche como un monje de ayuno diario, permitió a Casillas hacerse con el poder blanco bajo palos. Vicente del Bosque, su entrenador desde 1999 a 2003, probó con César en la temporada 2001-02. El experimento duró poco. Iker se consolidó como el número «uno» del once titular. Y van once años.

Anoche disfrutó del partido 400 y en los próximos meses, si el infortunio de alguna lesión no lo impide, superará a otros tres mitos de la casa: Míchel (404), Camacho (414) y Pirri (417). En la «Champions» suma 106 confrontaciones y su cómputo total en el Real Madrid es de 575 encuentros. Séptimo en la clasificación absoluta del club, los 741 de Raúl no son un sueño imposible para él. Mourinho lo afirma: «Si Iker quiere, puede jugar hasta los treinta y siete». Tiene veintinueve. Y el portugués apenas le da descanso porque tiene una opinión clara sobre ese puesto: «Un guardameta no se cansa por jugar cada tres días». Frente al Auxerre, le dio asueto para dejar un día a Dudek y el veterano se partió la mandíbula.

En 400 compromisos ha recibido 420 goles, sumado el penalti que Gabi anotó anoche en La Romareda. A lo largo de once campañas forzó el adiós de Bodo Illgner, de César y de Diego López. El polaco Dudek llegó en 2007 y quedó en el ostracismo. No tuvo opciones ante Íker.

Iker recibirá el 10 de enero el Guante de Oro al mejor portero de Sudáfrica 2010. Del Bosque opina que debería estar en la puja del Balón de Oro. Anoche salvó el posible 1-1 y Cristiano decidió después con el precioso gol de falta que supuso el 0-2. Las estrellas necesitan un protector como Casillas para ganar.