El grito de auxilio de Guardiola ante un Sevilla con dudas

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Rubén Cañizares

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De Bruyne recayó en la primera jornada de la Premier, en el 0-3 ante el Burnley, de la lesión muscular que le tuvo casi toda la pretemporada de baja. Solo participó 23 minutos antes de irse al suelo y pedir el cambio. Mala señal. El diagnóstico posterior confirmó las sensaciones tan negativas. Otra baja de larga duración de un futbolista top. Para Guardiola, la culpa de tanta lesión y de tal gravedad no tiene discusión: «En mi primera pretemporada tuve 25 días para preparar el primer partido. Ahora te dan cuatro días. Te hacen ir a Asia y Estados Unidos, a jugar partidos fortísimos y la gente cae. Y sigue cayendo y seguirá cayendo. Porque 'the show must go on'. Acabas la Champions y se van dos semanas con las selecciones y luego el año próximo el Mundial de Clubes en Estados Unidos con 37 equipos. Es demasiado. Van a buscar la cantidad y no la calidad. Y al final mira cuantos cruzados. Si Courtois o Militao no están, pues ya habrá otro. Si De Bruyne no está, pues ya habrá otro... No hay nada que hacer. Esto es una batalla perdida hasta que los jugadores se planten y digan 'no jugamos'. Y encima ahora metiendo más minutos. Partidos de 110-112 minutos...».

El grito de auxilio de Guardiola, sin que sirva de precedente, está totalmente justificado. Cada temporada se juegan más partidos, hay más lesionados y, ahora, los añadidos se han ampliado de manera considerable. ¿Hasta cuánto se va estirar el chicle hasta que se rompa? Está por ver, pero las perspectivas no son muy halagüeñas y Pep, como la gran mayoría de técnicos y jugadores se han resignado. Así que no tienen más opción que subirse en la noria y seguir girando, que es lo que esta noche sucederá en la capital griega.

Nueva final europea para el Sevilla, y primera Supercopa para el City, que tras estrenarse en la Champions el pasado 10 de junio, espera también escribir su nombre por primera vez en el palmarés de esta competición: «Ganarla ha sido una liberación para el club, pero no es suficiente. Tenemos hambre como para competir y desafiarnos a nosotros mismos. No os podéis imaginar lo contentos que estamos de jugar la Supercopa. Quién sabe cuándo volveremos a jugar este torneo».

Enfrente un Sevilla con dudas, tras el 1-2 de su estreno en Liga ante el Valencia, y una plantilla aún con deberes por hacer, tanto en altas como bajas. Bono tiene pie y medio en Arabia, y se siguen esperando refuerzos. Aún así, el club andaluz está capacitado para dar la sorpresa, como ya sucedió en la Europa League recientemente ganada a la Roma, con un camino heroico e inesperado: «El Sevilla tiene un ADN que que le hace diferente», dice Guardiola. «En Europa, el Sevilla siempre compite muy bien», asegura Rodri. «Tenemos la ilusión de ganarles. Seremos atrevidos y se lo pondremos complicado», cuenta Mendilíbar. «Las hazañas grandes están para los equipos campeones», sentencia Pepe Castro, presidente hispalense. ó.