Fútbol
Gol esperado o xG: el enigmático dato que sentencia a Rodrygo
La estadística avanzada permite evaluar la dificultad de los disparos y conocer si los jugadores están acertados de cara a puerta o fallan de más. Un invento que no cala en el aficionado: «El problema es que falta contexto»
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Iniciar sesiónValverde arma su pierna derecha y, con un sutil pero potente toque de interior, dispara. El tiro rebasa a un enjambre de defensas, al portero, pega en el palo y se convierte en el primer gol del Madrid contra la Real. Es un golazo, ... un concepto subjetivo, pero que cualquier aficionado al fútbol maneja gracias a años de experiencia viendo partidos.
Según los datos ofrecidos por LaLiga en una repetición, ese remate tenía un 4,1% de opciones de acabar en gol. La estadística afirma que solo un 11% de los tiros del campeonato se marcan, así que lo que está por debajo de esa cifra es un tiro con pocas opciones. Fabio Nevado, analista de LaLiga, establece ese 11% como el límite en el que una ocasión empieza a ser clara; Cristian Coré, experto independiente que trabaja como director técnico de Driblab, lo eleva hasta un 30%. Es decir, cuando un tiro tiene un 30% o más de opciones de ser gol y no lo ha hecho es que el jugador no ha estado acertado.
En realidad esta sofisticación, que puede resultar complicada de entender, surge de un proceso parecido al de ese aficionado que sabe nada más verlo que ese gol es un golazo. Es una cuestión de memoria o, como de estadística hablamos, de base de datos. Un aficionado ha visto miles de disparos así que fueron a ninguna parte, intuitivamente su cabeza llega a la conclusión de que ese disparo tiene una gran dificultad.
Los distintos proveedores de estadística (LaLiga, Opta, Driblab…) hacen algo parecido pero con más precisión y una base científica. La dificultad de un disparo se marca por una serie de variables concretas: a qué distancia está el balón de la portería, cuántos jugadores hay entre el balón y la meta, dónde está el portero o qué ángulo tiene el rematador.
LaLiga, en colaboración con Microsoft, tiene un sistema de 25 cámaras dedicado exclusivamente a localizar exactamente a los jugadores y el balón durante todo el partido. Ese rastreo, conocido como 'tracking', permite saber cuáles son las variables en cada disparo. Otros proveedores no utilizan un sistema tan sofisticado, pero la esencia es la misma. Esos datos se comparan con los remates de los que se tiene constancia, cientos de miles, y gracias a eso se sabe que un tiro como el de Valverde solo termina en gol un 4,1% de las veces. Es decir, de cada cien disparos así, el jugador falla 96. Ese gol es, estadísticamente, una rareza. O, como se dice en lenguaje futbolístico, un golazo.
Ana Rosa Victoria, Innovation Manager de LaLiga, explica por qué el campeonato ofrece una estadística así: «Hablamos con los aficionados y nos dijeron que les interesaba, tratamos de mejorar los grafismos con sus opiniones. Está construido con ingenieros, científicos de datos y de cálculo, eso hay que llevarlo a un lenguaje más comprensible. El objetivo de esta métrica era transmitir la dificultad de marcar un gol, porque todos creemos que es muy fácil, pero en realidad marcar gol es algo muy complicado».
Hay dudas, incluso en el seno de la competición, de que se haya conseguido que esa fría matemática cale en el espectador. Para muchos la cifra no dice nada por más que sea objetiva y esté dando datos basados en la experiencia. «El problema es que falta contexto, hacemos alguna formación con los narradores y muchas con los comentaristas, les damos datos para que puedan dar más pistas de los equipos», explica Nevado.
LaLiga ofrece su servicio a los clubes y a los narradores, pero el público general solo puede acceder a algunas cifras seleccionadas que aparecen en una página llamada 'Beyond Stats', pero hay otras páginas, como Fbref, que usan proveedores similares y permiten acceder a estadísticas avanzadas. Estos datos son comunes para la mayoría de ligas, así que llegado el caso pueden servir para dar pistas de un rival desconocido de Europa League o de ese delantero de la liga belga recién fichado.
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Muchas veces todo esto solo sirve para constatar lo obvio, que un gol concreto era más o menos sencillo. En el fútbol eso no dice mucho, pero cuando se analizan todos los remates de un jugador las conclusiones son más robustas. Esta estadística agregada de remates es lo que se conoce como «goles esperados» y que se expresa con dos letras cada vez más comunes en el fútbol: xG. Es un dato que permite analizar si el motivo de que ese jugador no marque es que está fallando mucho o si es que sus ocasiones no son lo suficientemente buenas. O si un equipo está tan bien como parece o es solo que está teniendo suerte.
Es eso lo que más miran los analistas, los cuerpos técnicos. «Se supone que un jugador debería meter el mismo número de goles que su cifra de goles esperados; si está por encima sabemos que el jugador finaliza bien y si está por debajo sabemos que es no», explica Cristian Coré. Por poner un ejemplo, Rodrygo en las primeras nueve jornadas de liga marcó un gol, pero la probabilidad agregada de sus disparos (xG) es de 3,4. Es decir, tendría que haber marcado por lo menos dos goles más. Las cifras son más correctas cuanto mayor es la cantidad de datos y en el caso del brasileño la sospecha se confirma. La pasada temporada la suma de probabilidades en LaLiga era de 13,2, es decir lo normal hubiese sido que marcase 13 goles, pero solo marcó 9.
El misterio Las Palmas
Esto también vale para conocer el desempeño de los equipos. Lo explica Fabio Nevado: «Este año, por ejemplo, a Las Palmas le está costando mucho hacer goles. Puedes pensar si es porque remata poco o porque la calidad de sus situaciones de remate es baja… todo eso lo que mide la métrica». El equipo canario ha marcado seis goles esta temporada, pero la calidad de sus remates dice que si sus jugadores hubiesen estado medianamente acertados (es decir, como un jugador normal, no como una estrella) habrían marcado nueve. Esto tiene una lectura positiva y otra negativa. La primera es que, a pesar de no marcar, el equipo genera peligro. La mala, especialmente en un recién ascendido, es comprobar que igual sus atacantes no son lo suficientemente buenos. Y eso que en las dos últimas jornadas han estado más acertados.
La compañía Driblab, especializada en big data y análisis, tiene un repositorio que muestra los jugadores con más goles esperados de Europa en lo que va de temporada. La lista la lideran Boniface (7,499 esperados: siete marcados), Haaland (5,739: ocho anotados), Guirassy (5,215: 13) , Lewandowski (4,759: cuatro) y Rodrygo (4,42 esperados: uno solo marcado), aunque, como se ve, no todos han marcado según lo esperado. Bellingham, por ejemplo, suma más goles de los esperados. Sólo debería haber marcado cuatro goles en Liga, pero ha logrado ocho.
Porque la estadística ayuda, pero no ofrece nada sustancialmente diferente a lo que ofrece la experiencia. «A la hora de diagnosticar los problemas de finalización de un equipo el xg te ayuda a intuir antes de analizar las situaciones en vídeo», explica Nevado. Aunque pertenece la equipo de LaLiga que desarrolla esta herramienta, es consciente que es un acompañamiento, no la panacea: «Nosotros trabajamos con datos todos los días, pero para mí todavía no ha llegado el punto en el que un dato sea capaz de aportar un conocimiento que un entrenador o un analista no sea capaz de obtener viendo el vídeo. Y sí hay muchas cosas que puedes detectar viendo el vídeo pero jamás te dará un dato».
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