Germán Burgos: «Para mí es un sacrilegio que piensen que quería hacer daño a un chico de 16 años como Lamine Yamal»

-El 16 de abril cumplió años. Sólo unos días antes ocurrió este incidente. Vaya cumpleaños, ¿no?

-Primero agradeceros la invitación a charlar porque estos temas invitan a la reflexión y es lo que estoy intentando. Dejar un mensaje de buscar un equilibrio en estas situaciones. Quizá es un tema que habría que llevarlo a la facultad de Periodismo. Elevar un poco más el diálogo para que los chicos que se están iniciando sepan cómo hay que moverse.

-Han tildado la frase de racista. ¿Con Pedri o Gavi habría hecho un comentario parecido?

-Primero, está incompleto el comentario. Yo digo después: «Es fútbol, es vida. ¿Usted qué sabe hacer?» El profe Paredes estando con nosotros en el Atlético cuando venían jugadores nuevos lo primero que hacía era tirarles una pelota a ver cómo la controlaban. Y si la agarraba con la mano... Todo era en base a la habilidad. Digo es fútbol, es vida porque a mí me descubrieron en la calle con siete años en Cuatro Esquinas en Mar del Plata en la parada del autobús. Mi comentario no es sobre la etnia, es sobre la habilidad. En la calle para mí empiezas a ver todo, ahí está la habilidad y el talento. ¿El que hace la estatua es el mismo del Palacio de Buckingham?

-Le pregunto de otro modo: Si hubiera hecho ese comentario con un jugador de raza blanca. ¿Cree que habría pasado lo mismo?

-No está en mi cabeza, porque no iba sobre la etnia. Yo no busco hacer daño. Al contrario. A mí me dicen «mono». Yo he sufrido todo lo que se está diciendo. De tanto quemar, quemar, quemar, al final quemas a uno de los tuyos. Yo he sido portero y me han tirado orín en Primera en Argentina y tuve que aguantarme y ducharme en el descanso. Yo lo combatía con el humor y en el segundo tiempo me giré y les digo: ya probé la lluvia dorada. Por favor, insúltenme. Este tipo de bullying quizá ayude a los chicos.

-Cuando hace el comentario, Susana Guasch y la gente de plató se ríen. ¿En qué momento se dio cuenta de que le podía generar problemas?

-Cuando empatizo con la empresa y veo que no declaran los jugadores. Es más, yo pedí salir cuando vi que también querían sacar a los compañeros, que no tenían nada que ver. Cuando bajamos del avión a la mañana hablé con los productores y llamé al que estaba más arriba y arreglamos la salida y me explicaba que por un tema de abogados tenía que salir. Yo dije: «no pasa nada». Yo creo que podía solucionarlo. Por eso también llamé al entorno de Lamine y mandé mensajes porque para mí es un sacrilegio que piensen que quería hacer daño a un chico de 16 años, es una locura. Todos hemos pasado por lo mismo. A mí me descubren un jueves con siete años para jugar un sábado. Tuve trayectoria de chico de cantera.

-¿Qué le dijo el entorno de Yamal?

-Me han dicho que el chico estaba tranquilo, que era mi preocupación. Porque yo soy entrenador y jugándote cosas importantes que vengan cosas de afuera sin haber escuchado todo el contexto hablando de la habilidad... Pero lo han sabido llevar muy bien y me dijeron que estaba todo bien.

-El humorista y presentador Dani Mateo le mostró su apoyo en redes sociales hablando de «exceso de corrección política y moral».

-Hay que buscar el equilibrio. La inteligencia le tiene que perder el miedo a la emoción porque no somos robots. Si no, tienes que comunicar y escribir sobre la cama de un faquir. Por eso es interesante hablarlo. No creo que la gente de UEFA escuchara todo el contexto. Yo entro al programa porque soy un tipo directo, que me gusta pasármelo bien, transmitirle a la gente cosas de fútbol, jugártela, decir quién va a ganar...

-Burgos en parte estaba como comentarista por su toque de gracia. ¿Se van a cargar el humor?

-Con el que estás hablando le llaman «Mono» y al que me puso el apodo yo le hice una estatua en Ferrocarril Oeste, a Carlos Timoteo Griguol. Porque ese hombre me enseñó valores de cómo manejarme dentro y fuera del campo. Eso lo he visto en Luis Aragonés, en Jesús Paredes, porque te preparan para el fútbol y para la vida si tienes buenos maestros. Hay que ejercer una docencia. Si no, pasamos por el fútbol sin dejar nada. Estamos un rato y ya. Mi situación rompe el paradigma y acerca posturas. El equilibrio está en el medio.

-¿Hay demasiada piel fina?

-Por eso hay que buscar un equilibrio. A mí la gente me dice «Mono» directamente... y luego se quedan como cortados, y yo les digo: «tranquilo, me puedes llamar Mono». Por eso digo que mi apodo rompe el paradigma y todo lo que quieras ver.

-Xavi en rueda de prensa dijo que el comentario era «repugnante».

-Siempre hay que manejar los contextos. Él iba a jugar la vuelta con el PSG, tiene la cabeza ahí, quizá no haya escuchado todo el comentario y el contexto de mi lado, que era sobre la habilidad. Pero los dos tuvimos los mismos maestros: Luis Aragonés y el profe Paredes. Para jugar con estas dos eminencias primero tienes que dar el 200%, ser valiente, saber estar, y tienes que tener un corazón así de grande. Porque si no tienes estos requisitos no juegas ni un minuto con Luis. Yo entiendo su contexto, empatizo con Xavi, y él tiene que empatizar conmigo. Pero no pasa nada, yo no espero nada. Si ocurre algo, me sorprendo.

-¿Y ahora queda señalado? Habrá medios que no quieran dar otra oportunidad a Burgos.

-No tengo miedo, perdí el miedo con la final de Champions cuando superé un cáncer. Y ahí está mi estadística. Yo cuando me ofrecen un club, que me han venido a buscar dos, miro las categorías inferiores. ¿Sabes qué hacen los clubes? Miran los campeonatos. Yo tengo siete como jugador y ocho como entrenador. Ahí está mi trayectoria, que creo que es intachable. Y por eso esto hay que hablarlo, porque si no, queda.

-En la última entrevista para ABC nos dijo: «Los amigos se ven en las malas, en las buenas están todos». ¿En este episodio le ha apoyado mucha gente?

-Un montón. Gente que se va al extremo, amigos españoles que me decían: «no te merecemos». Cañizares me dijo: «no me tienes que contar nada». Pero hay gente que no. Pero yo te digo de corazón: ¿No se va revertiendo la situación? En otra entrevista me contó una de las conductoras que hubo debate en su casa, que discutieron y que había sido una injusticia. Ha habido algún presidente de clubes que me ha llamado directamente.

-¿Simeone fue uno de los que le mandó algún mensaje?

Yo no espero nada. En este caso yo no me victimizo, ni necesito nada de nadie, no pasa nada. No me rompí nada. Y máxime cuando esta situación se va dando la vuelta.

-¿Ser comentarista es más difícil cuando le toca hablar de excompañeros? En la Supercopa se creó polémica porque dijo que el Atlético había dado tres pasos atrás.

-Eso lo hace difícil si no sois libre, pero yo soy libre. Yo soy entrenador, ya no estoy en el Atlético y puedo opinar porque hablo de fútbol. No intento generar daño. Y sería una tontería pensar que por un comentario mío lo van a sacar. Es imposible. Pero si uno es libre y ve algo es mi obligación decirlo, porque soy analista de fútbol.

-Dice que le han venido a buscar dos equipos. ¿Por qué no aceptó?

-Porque me gustaría empezar de cero, fueron ofertas de dos equipos ya en campeonato. A mí me gusta poder elegir a los jugadores, poderme reunir con el director deportivo. A veces uno rechaza cosas porque no encuentras en las canteras gente que te pueda ayudar.

-Decía De Paul que ha sido un gran temporada. Muchos aficionados del Atlético no opinan igual. Ha aumentado la exigencia.

-Para llegar al gusto de la gente, que es normal que esté enfada, hay que cambiar la idea primaria, que es clasificarse para la Champions. Si vas al comentario de De Paul, están cerca de clasificar, entonces la temporada es buena. Hasta que la idea no varié y hagan como Real Madrid y Barcelona declarando que queremos salir campeones, esa idea estará ahí.

-¿Puede cambiar ese mensaje en el Atlético, esa declaración de intenciones?

-Creo que sí, además me gustaría, para pelearle al Madrid y al Barça todo. Pero para cambiar la idea hay que declararlo. Moverse a querer competir, a no decirle al Barça y al Madrid que el equipo se echa a un lado y le dejan la ventana abierta.