El futuro del fútbol español, en manos de Pedro Sánchez: el Gobierno ya puede intervenir la RFEF

La apertura de este expediente da luz verde a que el CSD, facultado por el artículo 62 de la Ley del Deporte, pueda suspender de forma cautelar a todos los miembros de dicha Gestora. Para ello, el organismo presidido por José Manuel Rodríguez Uribes lo ha trasladado a sus servicios jurídicos. Una vez estos hayan estudiado las 39 páginas que lo componen, hará un informe para que la Comisión Directiva del CSD tome su decisión, que podría llegar mañana mismo. Si decidiese suspender a toda la Gestora, se habría creado el ecosistema más favorable posible para una intervención del CSD o de la propia FIFA: un vacío de poder absoluto, especialmente preocupante con una Eurocopa dentro de dos meses escasos.

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Dado que la legislación otorga pocas facultades al CSD, más allá de designar un interventor para los pagos ordinarios, el Gobierno estaría dispuesto a promulgar un decreto-ley de emergencia. Para ello, ya ha obtenido el plácet de la FIFA, que no denunciaría ningún tipo de injerencia en una entidad privada (aunque de derecho público y, por tanto, con un régimen administrativo particular). En medios políticos se especula con que sea el propio Pedro Sánchez quien haga el anuncio.

«Estamos en cooperación con la FIFA y con la colaboración de la justicia para que esta situación coyuntural se pueda resolver de la mejor manera posible y cuanto antes, para que no afecte al fútbol español que vive un momento extraordinario tanto en el masculino como en el femenino», confirmó este mismo lunes el presidente del Ejecutivo durante un encuentro con el primer ministro de Portugal.

La FIFA ya ha dirigido procesos semejantes en países como Argentina o Grecia y prestaría, incluso, personal técnico durante una transición estimada en unos seis meses que desembocaría en unas elecciones únicas y tuteladas, con todas las garantías y una novedad probable: que el secretario de Estado modifique la Orden Ministerial que heredó a comienzos de año para propiciar una mayor libertad de concurrencia y reducir, quizá, la influencia de las federaciones territoriales en el proceso.

En paralelo al expediente del TAD, se conocía también la decisión de la Comisión Electoral de la RFEF de suspender la proclamación de Pedro Rocha, tal y como estaba previsto. La culpa la tiene una impugnación sobre la forma en la que se recogieron los avales de los asambleístas. Este nuevo recurso lleva, una vez más, el sello de Galán, 'querellator', quien protestó al entender que los avales que presentó el extremeño no son válidos al obtenerse en un «presunto fraude electoral».

La resolución de este nuevo recurso retrasará la posible elección del candidato hasta el 26 de abril. Rocha, de momento, sigue firme en su intención de ser presidente. No le pesan ni la probable suspensión ni el paso de testigo a imputado en el marco de la investigación de la 'Operación Brodie'. Curiosamente, el dirigente sí actuó con celeridad y contundencia con los dos directivos investigados por la misma causa, Pedro González Segura (Servicios Jurídicos) y José Javier Jiménez (Recursos Humanos) a los que apartó de forma inmediata de sus funciones. Lo mismo hizo con Rubén Rivera, director de marketing, y Albert Luque, director de la selección, después de que la Fiscalía pidiese un año y medio de prisión para cada uno de ellos por el caso del beso de Rubiales a Jennifer Hermoso.

En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas hay indignación ante la larga lista de faltas atribuidas a Rocha; directivos de la Gestora recuerdan a ABC que la inmensa mayoría de ellas se hicieron, precisamente, a petición del CSD (presidido entonces por Víctor Francos).

Y en mitad del revuelo, también entró en escena Javier Tebas para apoyar a Rocha. El presidente de la Liga presentó un recurso contra la imputación del extremeño, lo que en círculos políticos y periodísticos causó auténtica sorpresa. El recurso, que denuncia que el fiscal se atribuyó las funciones de la jueza al solicitar el cambio de la condición procesal, está claramente argumentado, pero supone un problema de comunicación en un contexto en el que el extremeño y la actual directiva de la RFEF van camino de ser enviados al pelotón de los indeseables. El buen trato entre Tebas y Rocha, que ha cumplido sus promesas durante estos meses de paz institucional, parece el desencadenante de este pequeño salvavidas con trasfondo político: tampoco les hace gracia a los clubes la posible aparición de un político gestor alineado con el sanchismo.