La futura libertad de Gavi, otro problema para Laporta

Este es el motivo principal por el que el Barcelona acudió el pasado 27 de enero (antes de que expirase el mercado invernal) al Juzgado Mercantil número 12 para que se admitiera la inscripción del centrocampista como jugador del primer equipo y entrara en vigor el nuevo contrato del centrocampista, con validez hasta 2026 y, sobre todo, con una cláusula de mil millones de euros, algo que chocaba con las intenciones de Tebas por la disparada masa salarial barcelonista.

El juez José María Fernández Feijo falló a favor del Barcelona al entender que de no adoptar esta medida antes del cierre del mercado de invierno «podría causar un perjuicio irreparable» al club que, en septiembre de 2022, «tenía la legítima expectativa de haber podido inscribir al jugador en los términos previstos» en su contrato, firmado por Gavi, que «asumía una cláusula rescisoria favorable».

En la demanda (folio 15) se reproduce la cláusula 3.2. del contrato y se afirma que «si a 30 de junio de 2023 (es decir, un día antes de que dé inicio la ventana de verano), el jugador no está inscrito como jugador del primer equipo, Gavi podría resolver el contrato con la simple notificación de dicha voluntad resolutoria a coste cero». Evidentemente LaLiga anunció su intención de recurrir la medida cautelar de urgencia.

No obstante, el problema se ha derivado de una cuestión administrativa. Una vez el juez aceptó las medidas cautelares, el Barcelona debía presentar una demanda para que el asunto se resolviera en los tribunales. Pero los servicios jurídicos del club presentaron la demanda fuera de plazo. Mientras que LaLiga y el Juzgado de lo Mercantil basan el alzamiento de las medidas cautelares debido a que el club azulgrana «no cumplió con los plazos de la demanda principal», la entidad presidida por Laporta considera que la medida es una decisión del juez, que no es sentencia firme y que podrá recurrir. Motivos por los que cree que la cautelar no se levantará hasta que la sentencia sea firme y definitiva. Esta decisión del juez no afecta a la situación deportiva de Gavi, que podrá seguir jugando con el primer equipo.

«Jurídicamente ahora hay un vacío. Cualquier club podría negociar con el agente del futbolista, que podría llegar a un acuerdo a la espera de lo que suceda de manera definitiva. Y éste podría avisar al club de su decisión si no se soluciona su futuro», advierte Jacinto Vicente, abogado experto en derecho deportivo. El letrado añade que «el miedo del Barcelona es que este proceso se alargue porque ¿qué pasa entonces en junio?». «Es el miedo del Barça, que el jugador se canse, que reciba una propuesta descomunal de otro club y como no se ha resuelto jurídicamente se acepte que no está inscrito», apunta a ABC.

La solución en estos momentos para que vuelva a entrar en vigor el nuevo contrato del futbolista pasa por generar recursos y liberar masa salarial, para poder cumplir con el fair play financiero que exige la patronal. El futuro inmediato de Ansu Fati, Frenkie de Jong o Jordi Alba vuelven a ser una incógnita. El club catalán ya liberó masa salarial esta temporada con la retirada de Gerard Piqué y las salidas de Memphis Depay y Héctor Bellerín, aunque no ha sido suficiente y el club tiene un desequilibrio de 200 millones de euros.