Fran García: «El Bernabéu impone»

-Era jugador de balonmano y se pasó al fútbol. ¿Había más dinero, no?

-No, no, para nada. Fue la época de éxito del Balonmano Ciudad Real y los niños en Ciudad Real nos metimos al balonmano. Vino luego el boom de los galácticos del Real Madrid y yo me fui al fútbol por inercia. La mayoría de niños de clase y mis amigos cambiamos de deporte.

-¿Había precedentes deportivos en tu familia? ¿Sus padres?

-No había ninguno. Mi padre tiene un negocio familiar, dos restaurantes y un salón de bodas en el pueblo (Bolaños de Calatrava), y mi madre trabaja en el Hospital de Ciudad Real como administrativa.

-¿Le ha tocado arrimar el hombro en el restaurante?

-Pues sí. Antes echaba una mano cuando iba a Bolaños. Ahora ya es más difícil.

-¿Cómo fue el desembarco en Madrid?

-Duro, muy duro. Me vine con 13 años a la residencia del Real Madrid y el primer año fue duro. El segundo ya me fui acostumbrando… Se hace exigente porque eres joven, un niño, es la primera vez fuera de casa, no está tu familia, tus amigos, tu gente. Cuesta al primer momento.

-¿Vuelve al pueblo o ya se ha hecho hombre de capital?

-Vuelvo cuando puedo y hay oportunidad, pero mi vida está en Madrid. Llevo diez años aquí y me he acostumbrado.

-Pasó tres años en el Rayo Vallecano. ¿Es más fácil ser feliz en un equipo pequeño?

-No, para nada. Más que el club, es la persona. Siempre lo he dicho, he sido muy feliz en el Rayo, por cómo me trataron, uno más de la familia. Y en el Madrid es igual. He crecido en el Real Madrid y cuando regresé fue como volver a casa.

-Se respira barrio en Vallecas…

-Te hacen sentir el barrio, sí. Es un barrio diferente, con una esencia propia… El Rayo es particular por su gente, es muy bonito vivirlo.

-¿Se conecta igual con la grada de Vallecas que con el Bernabéu?

-Todos somos conscientes que la exigencia del Rayo es diferente a la del Madrid. Lo importante es sentirte cómodo, como si estuvieras en tu casa y acompañado de tu gente.

-Se da una circunstancia con usted. En el Rayo jugaba y no venía a la selección. En el Madrid no está jugando y viene.

-Trato de trabajar para cumplir el sueño de cualquier niño. Y eso es representar a tu país. Es la segunda vez y estoy muy feliz. Se trata de ir creciendo poco a poco e intentar que se repitan las convocatorias.

-Dicho de otra manera, ¿el Madrid es más influyente que el Rayo?

-Al principio de temporada he tenido minutos en mi club y aunque es verdad que hay cosas que mejorar, se trata de seguir creciendo para que las oportunidades vuelvan.

-¿Cómo es Ancelotti, estilo padre, duro de puertas adentro, conciliador de egos?

-En un club como el Madrid tienes que cubrir todas esas facetas, en cada momento y según las circunstancias. Es una persona que tiene que tener mano blanda, mano dura. Adaptarse según la situación.

-¿Cómo es el Bernabéu? Porque da la impresión de que impone.

-Sí, sí así es. El Bernabéu es algo único y más ahora con las obras. Tratan de empujarte, alentarte, es el jugador número 12, siempre se ha dicho y así es. En el Bernabéu se nota eso en los últimos minutos y cuando ves los resultados, te das cuenta cómo influye.

-¿Mejor caer bien en el Bernabéu que provocar murmullos?

-Hombre, claro. Al final siendo tu afición y tu casa. No solo yo, sino cualquier jugador no quiere caer mal y menos en el Bernabéu.

-Dijo el otro día el seleccionador Luis de la Fuente que, además de sus virtudes futbolísticas, es usted una muy buena persona…

-Estamos aquí para jugar al fútbol, pero es uno de los mejores halagos que te pueden hacer como jugador y persona. Es importante colaborar y ayudar por el bien común de todos los que estamos aquí. Agradecido por esas palabras. Todo está en manos de cada persona.

-¿Se puede ser buena persona y triunfar en el fútbol?

-Sí se puede. Es síntoma de humildad. Saber tener los pies en el suelo y saber afrontar cada situación de la mejor forma posible son situaciones que se pueden juntar.

-Llama la atención la calma y el reposo que transmite al hablar…

-Es la educación de mi familia y también los valores que me ha inculcado el Real Madrid desde que tengo 13 años. El Madrid me ha criado. Y yo he tenido cerca a gente que me ha aconsejado bien, con los pies en el suelo, y más siendo joven. Es importante rodearte de gente que te haga bien.

-Habrá visto a compañeros perder la cabeza…

-Sí, pero a lo mejor no han tenido gente cerca que los ayude. A veces no te gusta escuchar según qué cosas. Yo pienso que la gente que te dice las cosas que te duelen es la que te quiere de verdad. Es necesario gente que te mande una señal o te guíe el camino. Los jóvenes somos propensos a equivocarnos.

-¿Le interesan otros temas, la violencia de género, la salud mental, la situación de Israel, por decir algo?

-Hay momentos para todo. Me gusta estar informado y también hay ratos que me gusta evadirme. Yo creo que es mejor estar informado y ser parte del mundo, no estar en una burbuja.

-¿Se ha sentido señalado al perder la titularidad en el Madrid?

-Bueno, el año es muy largo y hay oportunidades para todos. La plantilla es increíble y no me siento ni marcado ni señalado. Unas veces las situaciones te favorecen, otras no. Quiero seguir trabajando y mejorando. Es un camino para crecer. Es un esquema nuevo y jugadores increíbles de los que aprender.

-La selección es el reino de los jóvenes. ¿Qué encuentra aquí?

-Hay un buen rollo impresionante. Sabemos que todo se puede hablar, no solo en el campo, sino fuera también. Es algo difícil de conseguir. Y eso se transmite al campo.

-No es por comparar, pero parece que aquí hay menos estrés que en el Madrid.

-Son sitios diferentes. Aquí el tiempo es escaso y limitado. Pero es una alegría enorme reencontrarte con gente que hace no ves.

-Ha tardado en llegar la revolución de las mujeres en el fútbol, pero ha llegado.

-Sí, por supuesto. En el fútbol y en otros deportes. Es importante no solo para nosotros, sino para la sociedad de niños y niñas que están por crecer. Es una ilusión para todos. Ya no hay deportes para hombres o mujeres. Todos los deportes que existen se deben practicar para ambos sexos y de la mayoría de ellos espero que haya una gran repercusión.