Una final en septiembre

De ser así, y a pesar de que el Atlético tiene un partido menos por la suspensión de su duelo ante el Sevilla de la jornada 4, que jugará el 23 de diciembre, los números dicen que el equipo colchonero tendría imposible remontar una distancia tan amplia. Nunca lo ha hecho y no parece que tenga elementos para que esta vez sí fuera así.

Ahí está el ejemplo más reciente. La pasada temporada, también en la jornada seis, el Real Madrid visitó el Metropolitano y su victoria abrió una brecha de ocho puntos respecto al Atlético. Luego, aquella diferencia fue neutralizada tras una buena segunda vuelta de los de Simeone y una bastante mala de los blancos, pero ni siquiera en estas circunstancias el Atlético logró dar el sorpasso, a pesar de depender de sí mismo para lograrlo en un par de ocasiones, y terminó un punto (77) por debajo del Madrid (78).

Partido con aroma a final para los locales, aunque el Cholo utilice su vieja táctica de poner en el centro del debate los millones inagotables del Madrid, para reforzar su plantilla, frente a las migajas de su Atlético y 'se hace lo que se puede en el mercado'. Sólo sus seguidores más radicales consumen ya este discurso, quórum válido para Simeone: «En estos once años que llevamos en el club, Real Madrid y Barcelona siempre han tenido grandísimos equipos porque son grandes clubes y se pueden permitir grandísimos futbolistas».

En agosto, cuando la Liga subió el telón, y el Atlético asombraba con goleadas como el 0-7 al Rayo, la pregunta era cómo había sido posible que los colchoneros se hubieran reforzado mejor que el Real Madrid, al que le faltaba un nueve, literalmente, y solo había reemplazado la baja de larga duración de Courtois, pero no la de Militao. Tres semanas después, el discurso ha mutado al victimismo habitual vestido de proeza: «Lo que toca es seguir mejorando, seguir creciendo y pensando en nosotros, y buscar los caminos que nos llevaron a poder competir estos once años contra el Madrid», reflexiona Simeone, ideólogo de lo del equipo del pueblo.

Cierto es que con el Cholo en el banquillo, aquellos cara a cara donde la afición del Madrid 'buscaba rival digno para decente' pasaron a mejor vida. El Atlético volvió a mirarle de tú a tú a los blancos, pero eso es compatible con que en los últimos cinco años, de los doce derbis disputados, los rojiblancos solo han ganado uno, el de mayo de 2022 (1-0). Victoria descafeinada si tenemos en cuenta el contexto. No había absolutamente nada en juego para el Madrid, que acababa de ganar la Liga y, también, de lograr la histórica y épica remontada ante el City y meterse en la final de la Champions. Aquello fue un triunfo ante un equipo B, o C, con los deberes hechos y la mente exclusivamente puesta en París, donde acabó logrando la Decimocuarta.

Con las bajas de Lemar, Barrios y De Paul, tres jugadores muy importantes en el centro del campo del Atlético, Simeone recibió ayer la buena noticia del regreso de Koke, lesionado en la primera jornada ante el Granada. Lo normal sería que no empezase como titular, pero las numerosas bajas en esa posición pueden obligar al Cholo a tirar del capitán desde el primer minuto: «Viene de un tiempo bastante prudente de recuperación y físicamente ya está bien. Está a disposición y veremos si empieza o si espera».

Esa misma duda la tiene Ancelotti con Vinicius, que tras 30 días exactos de baja vuelve a una convocatoria. En dos semanas ha recortado los plazos el jugador brasileño, lo que habla muy bien de su profesionalidad y condición física, pero realmente no se sabe si Carletto está jugando al despiste o tiene en la cabeza contar con él, aunque sea desde el banquillo: «Vinicius ha entrenado con normalidad los dos últimos días junto al resto del equipo, y la lesión está olvidada. Va a estar en la convocatoria y, mañana (por hoy), decidiremos qué papel tendrá. Hay riesgo cero. Si viéramos un 1% de riesgo, no contaríamos con él», explica Ancelotti.

Junto a Vinicius, también Mendy y Ceballos ya están totalmente recuperados y estarán en el Metropolitano. No será así en el caso de Arda, pero desde mañana se entrenará junto al resto de sus compañeros y podría debutar por fin de blanco, tras la lesión en el menisco que le ha tenido de baja desde la gira de pretemporada por Estados Unidos.