Uno x uno de la final Manchester City - Inter: Rodri, la luz en una noche gris

El conjunto entrenado por Pep Guardiola une la Champions a los títulos de la Premier League y la FA Cup logrados a lo largo de la temporada, firmando así un triplete que en Inglaterra solo había conseguido hasta el momento el United, el otro equipo de la ciudad.

Estos son los jugadores del Manchester City y del Inter de Milán que más han destacado en la final disputada en Estambul:

Un partido para olvidar. Desconectado e incómodo desde el inicio, el Manchester City no le encontró y el ataque de Guardiola no tuvo fluidez en toda la primera parte, aunque el belga se tuvo que marchar lesionado a falta de diez minutos para el descanso. Una mala noche para él.

El habitual faro y hombre de referencia del City en la medular estuvo extrañamente fallón y su equipo lo acusó. No encontró los pases, no estuvo fino en los controles y cometió varias pérdidas en el primer acto. Un encuentro gris futbolísticamente que arregló con un excelente golpeo en su gol.

Fue el espejo de la seguridad, la contundencia y la concentración de los italianos. Un seguro en defensa.

No consiguió explotar su velocidad en la primera parte, en la que estuvo apagado y le faltó capacidad de desborde. Igual de encogido que el resto de su equipo.

Un portero que transmite la sensación de que puede cometer un error en cualquier jugada, pero se mostró seguro. Aunque el City le probó muy poco antes del descanso, respondió bien a los lanzamientos de Haaland y De Bruyne. Una gran intervención en un disparo de Foden a falta de un cuarto de hora, con 1-0 en el marcador, que mantuvo a su equipo en la final.

El noruego tuvo poco contacto con la pelota y apenas participó en el juego combinativo de los ingleses. Un disparo anulado por fuera de juego previo y otro tiro que detuvo Onana, su aportación en los primeros 45 minutos. Una actuación decepcionante e intrascendente.

Sólido en defensa, el Inter buscó las llegadas por su banda. Incansable, cumplió como carrilero convertido en extremo en varias fases del encuentro. Tuvo el 1-1 en un remate de cabeza que se estrelló en el larguero y su posterior testarazo en esa misma jugada fue interceptado por su compañero Lukaku.

Sin firmar una actuación sobresaliente, el portugués fue el jugador más incisivo del City. Puso en aprietos a Di Marco y fue el protagonista de la internada en la que nació el gol de Rodri. Mostró carácter cuando su equipo lo necesitó.

Dubitativo con el pie, al portero se le notó en el primer acto igual de nervioso que al resto de los futbolistas del City. Bien en un disparo de Lautaro en el inicio del segundo tiempo y providencial en la recta final salvando con la pierna un cabezazo cercano de Lukaku.

Apenas participó en el juego del Inter, pero incomodó mucho a los defensa y complicó la salida de balón de los centrales, que no pudieron incorporarse para reforzar la medular como es habitual en el City. Se lesionó en el inicio del segundo acto.

Atascado, no propició el juego entre líneas en el City. Le temblaron las piernas igual que a sus compañeros, no asumió la responsabilidad ofensiva después de la retirada de De Bruyne.

Trabajó mucho para fijar a los centrales del conjunto inglés. No se aprovechó de un error grosero de Akanji en el inicio del segundo tiempo en la jugada más acción más peligrosa del Inter hasta ese momento.

Se entrada aumentó los nervios y los temblores de los centrales del conjunto inglés, pero el gigante belga no estuvo nada inspirado. Desvió un remate de gol de Di Marco y desperdició un testarazo desde la línea del área pequeña en los últimos minutos.

Aportó alegría y descaro, pero estuvo igual de nervioso que el resto de los jugadores de Guardiola. Firmó un precioso reverso en una jugada que pudo sentenciar la final, pero su definición fue muy deficiente.