Depresión en el Atlético y euforia en el Barcelona: una final de Liga con ánimos opuestos

Con la herida del doble toque de Julián Álvarez todavía supurando y el debate abierto sobre la idoneidad de una regla que castiga un accidente como un resbalón, el Atlético debe pasar página cuanto antes. A pesar de haberse despertado del sueño europeo, depende de sí mismo para levantar la Liga y la Copa. El primer paso para mantenerse en liza por ambos objetivos, que pasan por sendas visitas azulgranas al feudo colchonero, es la recuperación tanto mental como física para medirse a uno de los equipos más en forma de Europa.

Simeone quiso dar por cerrado ayer el episodio del pasado miércoles erigido como portavoz del sentir de la parroquia rojiblanca, «un sentimiento de bronca, rabia e injusticia». «Normalmente digo Barcelona, la situación merece explicar mi sentimiento de bronca, de rabia, de injusticia. Pero desde el lugar que tengo lo único que tengo poder para hacer es trabajar para que el equipo siga compitiendo como compite. Entender a nuestra gente el sentimiento que tenemos todos los que estamos en el Atlético de Madrid, de bronca, rabia e injusticia», aseguró el argentino, que también coincidió con Ancelotti en que «el partido terminó». Por ello, el técnico opta por centrarse en la «linda oportunidad» que se les presenta ante «un grandísimo rival». «Es importante mantener una distancia acorde a lo que falta de temporada», por lo que las opciones atléticas pasan por «ganar para acercarnos o empatar para mantener ese espacio». En caso de victoria visitante, «el Barcelona encaminaría el título», sentenció Simeone.

Por su parte, el Barcelona viaja al Metropolitano en un estado dulce, consciente de atravesar un buen momento y con las opciones intactas de ganar todos los títulos que disputan. La clasificación para los cuartos de final de Champions, la imagen ofrecida en la ida de las semifinales de Copa, precisamente ante el Atlético, y su trayectoria en la Liga les permite encarar el partido ante los rojiblancos con más certezas que dudas, aunque Hansi Flick abraza un discurso prudente. «Queda mucha Liga. Es sólo un partido más. Si ganamos, será buenísimo, nos dará más confianza, creeremos más. El Atlético es uno de los mejores equipos. También hablamos del Real Madrid, Atlético, Athletic... Estamos en una muy buena situación, con un muy buen nivel y estoy feliz por ello. Si estamos concentrados y cada uno da su mejor versión, tendremos un potencial enorme», aseguró el germano.

El Barcelona desembarca en la capital con el tridente más goleador de las grandes Ligas europeas (Lewandowski, Raphinha y Lamine Yamal suman 73 goles esta temporada por los 52 que atesoran Julián Álvarez, Griezmann y Sorloth). El equipo más realizador en Liga (71 goles marcados) ante el que mejor defiende (18 encajados). Eso sí, los dos precedentes de este año favorecen a los de Simeone. «Tuvimos dos partidos estupendos y hay que enfocarse de principio a fin. En el primer partido, al final, no estábamos tan concentrados y, en el segundo, nos dimos cuenta que deberíamos cuidar la situación», se defendió Flick, que añadió: «El equipo está muy concentrado. Tenemos ganas de partido. Será duro, pero estamos preparados para afrontarlo y veo al equipo muy concentrado».

No se prevén rotaciones. Un partido de tal enjundia merece al equipo de gala. Flick lo tiene claro. Sus elogios al Atlético de Madrid lo confirman: «Tengo que decir que tienen un equipo fantástico. No tiene solo once. Es un bloque maravilloso y están en forma, al cien por cien, son jugadores con gran experiencia y no hay ninguna diferencia».