Barcelona 2 - Shaktar 1
Fermín, brillante ante el Shaktar, es la nueva estrella del Barça
Champions League | Jornada 3
Demasiado sufrimiento final, pero trámite cumplido con vistas al Clásico
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Barcelona
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Iniciar sesiónEl Shakhtar empezó cuidando mucho el balón, saliendo desde atrás, prolongando sus ataques y jugando con el esmero y la pausa que lamentablemente no le da la triste situación de su país. Es digno del más alto elogio que estos chicos tengan la profesionalidad, ... la prudencia y la entrega de jugar a fútbol pese al drama en el que viven sus compatriotas. En las guerras que nos incumben todos somos soldados a nuestra manera, y estoy convencido de que el Shakhtar, con su fútbol alegre, con su temeridad y su esperanza mejora el ánimo de las tropas ucranianas y de los civiles que sufren los brutales ataques de Rusia. Aunque al final pierdan algunos partidos, estos chicos son fenomenales.
El Shakhtar era todo ataque, todo pasión, fútbol abierto sin jugadores por dentro, y el Barça jugaba a la presión para recuperar cerca del área rival y castigar la temeraria osadía del rival. Es cierto que los ucranianos jugaban con fuego pero digamos que es un país acostumbrado a ello y era imposible no sentir simpatía por tal estilo asociado al momento del país. Donde no llegaba la calidad, llegaba su entrega, su compromiso, su vitalidad. El Barça esperaba y cocía al partido a fuego lento, sabiéndose el más que probable vencedor al final de la noche. Los de Xavi no tenían prisa y el Shakhtar era rehén de todas las urgencias históricas. Puede parecer oportunista recurrir a la política para hacer la crónica futbolística del partido de la tarde del miércoles, pero era imposible no ver este cierto paralelismo.
El Barça no acababa de despertar, entre impreciso y atontado, y en el primer cuarto de hora el Shakhtar había conseguido dormir el partido y dormir a los locales en el sueño de su ineficacia. No parecía probable que el Barcelona perdiera pero tampoco podía decirse que tuviera la velada encarrilada. De hecho, no tenía en absoluto el partido donde quería.
Pero a la media hora Fermín supo aprovechar una buena asistencia de Gundogan para realizar un gran movimiento por dentro, chutó al larguero y muy oportuno Ferran marcó el primero, bajando como un atleta el disparo con el cuerpo. Muy cariñoso el delantero, dedicó el gol a su abuela que había fallecido el lunes. Al cabo de cinco minutos Fermín sentenció la noche con un gran disparo a la escuadra, previa asistencia de Íñigo, que por cierto no perdió ni un solo balón en toda la primera parte. El Shakhtar empezó a deshacerse, y era lógico.
Con el Clásico en la cabeza
Muy bien Fermín, sobresaliente. Participó en las tres ocasiones que tuvo el Barcelona hasta el segundo gol, y lo hizo de manera propositiva, inteligente. La asistencia de Íñigo fue brillante, pero hay que recalcar que Fermín con su movimiento se la había indicado. Tras un inicio complicado, primera parte finalmente plácida para Xavi, que vio como el juego de su equipo mejoró con los goles. La conciencia del Clásico del sábado pesó en la administración del juego y de las fuerzas empleadas, tal como también influyó en el partido del día anterior del Madrid contra el Braga.
Pobre entrada en Montjuic por ser un partido de Champions, un poco más de 41.000 personas. Lamine Yamal es un gran jugador pero ya no es inmortal. És sólo Raphinha. Es decir mucho para un chaval de su edad pero es cierto que ha perdido la magia resolutiva de sus primeros partidos, en los que todo lo concretaba con una maestría y providencia que hacían pensar en Messi. Las comparaciones son odiosas pero se hacen, en este caso se hicieron, y por lo tanto es necesario regresarlas cuando la realidad las desmiente. No se trata tanto de criticar al chico, que está progresando muy adecuadamente, como de no usar con tanta ligereza el nombre de Messi en balde.
Lo que estaba siendo un baño del Barça quedó en entredicho en el 61 cuando el Shakhtar acortó distancias gracias a un clamoroso error de la defensa local. Los ucranianos se animaron, volvieron a conectar con el partido, y el Barça buscó un punto de pausa en su juego, que no acababa de encontrar sobre todo detrás. Gundogan estuvo a punto de regalar el empate. Fermín pudo marcar el tercero pero chutó al palo y luego le anularon un cabezazo soberbio por un fuera de juego de milímetros. Qué gran rematador. El Shakhtar coqueteaba con el empate, ayudado por la pasividad local. Entraron los biberones Marc Guiu i Marc Casadó.
Demasiado sufrimiento final, pero trámite cumplido con vistas al Clásico. También con oficio, aunque sin demasiada brillantez, se avanza en las tardes sin demasiada importancia.
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