Nico y Lamine ya son estrellas mundiales

Lamine Yamal recogió la pelota y buscó en la otra banda a su compañero Nico, quien la cruzó de forma inalcanzable para Pickford. Una magnífica conducción y una sensacional definición.

Hablamos de la segunda diana de Nico y de la cuarta asistencia en el torneo de Lamine Yamal, el primero en esta clasificación. Cuando se juntan estos dos futbolistas España disfruta y es feliz. Como lo fueron ellos cuando festejaron con un nuevo baile la diana.

Nico se convierte así en el segundo jugador más joven en anotar en una final de la Eurocopa en toda la historia del torneo (22 años y 2 días). Lamine, con 17 y un día, es desde luego el asistente de menor edad e iguala a esa tempranísima edad el récord de asistencias de esta competición.

Apenas conocidos entre el gran público internacional del fútbol, la Eurocopa les consolida como dos estrellas mundiales. No hay mejor escaparate y salen de Alemania como la pareja más desequilibrante. En este fútbol a veces tan encorsetado a todo el mundo le produce placer ver su juego descarado y sin complejos. A estas alturas, son las dos grandes figuras de España, condición que sólo le puede discutir el mejor mediocentro del mundo, Rodri.

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El reconocimiento les premia. Nico se llevó ayer su segundo MVP del torneo tras el logrado ante Italia. Lamine Yamal se lo llevó ante Francia y además ayer fue designado mejor jugador joven del torneo. El joven subió el podio a recoger el trofeo tras recibir el pasillo de sus compañeros. Fuera del campo tiene la timidez que no muestra dentro y dio la sensación de sentirse apurado en esas alturas.

La situación de Williams ha levantado inquietud en el Athletic porque su cláusula, entre 55 y 58 millones, es vista tras este torneo como una ganga. En el club hay tranquilidad y el convencimiento por lo que palpa en su entorno que seguirá en el club un año más. Sin embargo, la realidad es que ha alcanzado tal dimensión de estrella mundial que le acosarán a poderosas ofertas de escuadras con un enorme poder económico.

España fue un equipo arrugado en la primera parte. Sin amplitud de campo y sin velocidad se jugó a lo que quería Inglaterra. Se replegó bien y defendió sin apuros. Apenas atacó, pero la realidad es que la única ocasión de la primera parte fue de Foden en el descuento. La Roja, el equipo más goleador del torneo, apenas dio señales de vida arriba.

Nico Williams lo intentaba una y otra vez ante Walker mientras Lamine Yamal estaba atado en el otro costado por Shaw y Guehi. En estos tiempos de poco juego hubo tres jugadores que pusieron personalidad, Nico, un Laporte con capacidad para subir la pelota hasta tres cuartos de campo rival y un Rodri magnífico, con temple y preciso una vez más. El resto dieron la sensación de estar un tanto arrugados.

La lesión de Rodri, que dejó su puesto a Zubimendi en el descanso, encendió las alarmas. El cerebro de la selección dejó el campo por un choque con Laporte. Intentó seguir, pero no podía. El mediocentro del Manchester City se llevó dos premios de consolación, el que le designó como mejor jugador del torneo y el título de España.

El gol del triunfo lo anotó Oyarzabal poco antes de que concluyera el partido. Dos jugadores de la Real han sido claves en esta competición, Merino ante Alemania y Oyarzabal en la final.

España ha logrado la proeza de ganar los siete partidos del torneo, una marca que nadie había alcanzado porque el único pleno hasta ahora, de Francia, se quedó en cinco triunfos.

Nico y Lamine celebraron juntos en el campo. Siempre unidos. El del Athletic, cinco años mayor, dice que es el 'padre' del jugador del Barcelona, pero en realidad se comportan como hermanos revoltosos que son la alegría de España y una de las claves de que La Roja reine en Europa al convertirse en la primera selección que gana cuatro Eurocopas.