La Eurocopa de Polonia y Ucrania, la primera que se desarrolló en Europa del Este desde la que en 1976 se celebró en la antigua Yugoslavia, y la única disputada en dos países con diferentes husos horarios, coronó a la invicta España como tricampeona continental. Igualó al frente del palmarés con Alemania y, además, se convirtió en el primer combinado capaz de ganar el torneo de forma consecutiva y de encadenar tres grandes títulos: la Eurocopa de 2008, el Mundial 2010 y el Europeo de 2012.

El torneo se inauguró en el imponente Estadio Nacional de Varsovia, el 8 de junio, con un pobre empate entre Polonia y Grecia, y la final se escenificó en el Olímpico de Kiev, el 1 de julio. Allí, la selección de Vicente del Bosque arrolló a la mermada Italia de Cesare Prandelli por 4-0, la mayor goleada en una final de la Eurocopa. David Silva y Jordi Alba encarrilaron el triunfo español en el primer tiempo, y Fernando Torres y Juan Mata sellaron la goleada, ya cerca del final. ‘El Niño’, autor del sonado gol del triunfo ante Alemania cuatro años antes, se convirtió en el primer jugador capaz de marcar en dos finales seguidas y ganadas.

El sorteo había dejado a La Roja encuadrada en un grupo peligroso, el C, con Italia, Croacia y la República de Irlanda como duros compañeros de viaje. El comienzo no fue muy halagüeño para los intereses de los españoles, que firmaron tablas ante los ‘azzurri’ en el Arena de Gdansk. Cesc Fàbregas igualó el gol de Di Natale y el resultado satisfizo a todos a medias. En el segundo encuentro, disputado en el mismo escenario, España no dio opción alguna a los irlandeses. Un doblete de Torres y los tantos de Silva y Fàbregas, dibujaron el 4-0 de los favoritos. En el tercer choque de la primera fase, el combinado español se impuso a Croacia, merced a un postrero gol de Jesús Navas. Victoria y agradecimiento de los italianos, que habían especulado con un ‘biscotto’ o acuerdo antideportivo entre españoles y balcánicos que les dejase fuera de combate.

Oficio y convicción

Llegaban los cruces decisivos. Con oficio y convicción, España superó en cuartos a la Francia de Laurent Blanc gracias a dos goles de Xabi Alonso, el segundo de penalti y ya en el descuento del gran duelo jugado en el Donbass Arena de Donetsk. En semifinales, también en esta ciudad ucraniana, correspondió en suerte otro país vecino, la Portugal de Cristiano Ronaldo. Fue un choque aburrido y táctico que se decidió por penaltis. 4-2 a favor de España, ya que Moutinho y Bruno Alves erraron ante Iker Casillas.

Como en 2008, aunque entonces fue en cuartos, la lotería de los 11 metros sonreía a La Roja. engalanada ya para la gran fiesta de Kiev. Torres fue el máximo goleador del torneo con tres dianas, las mismas que el ruso Dzagoev, el croata Mandzukic, el alemán Mario Gómez, el italiano Mario Balotelli y el luso Cristiano Ronaldo, pero conseguidas en menos minutos. Iker Casillas fue elegido el mejor portero en el once ideal, en el que también aparecieron sus compañeros Ramos, Alba, Xavi e Iniesta. Y el héroe de Fuentealbilla redondeó la feliz historia al ser elegido el mejor jugador del certamen.