El partido de la resucitación se juega en tres minutos

Otros casos en el mundo del fútbol han acabado de forma mucho más trágica. La muerte súbita, que sucede después de una parada cardiorespiratoria, tiene causas distintas según la franja de edad. Se produce en dos de cada 100.000 personas menores de 35 años, unas 350 muertes de personas jóvenes al año. Estamos hablando de datos de la Fundación Española del Corazón. De 25 a 75 sucede en una de cada 18.000 personas. Es diez veces más frecuente en hombres. En menores de 35 años, las causas son estructurales. Es decir, por cardiopatías, problemas de corazón con los que se nacen, que son familiares o hereditarios. En mayores de 35 años se produce normalmente por infartos, lo que viene a ser una cardiopatía isquémica. Hay un factor muy importante: también se produce en personas que cometen imprudencias deportivas.

Hace años, en Ripoll y De Prado elaboramos el nivel adecuado del deportista. En función de historia, peso, enfermedades y otros aspectos, cada persona tiene un nivel para realizar según qué actividad. La gente hace deporte sin el nivel que le corresponde, es un factor de riesgo. Fumadores que hacen carreras de larga distancia, personas con sobrepeso... Y hay que tener claro que el deporte ordenado, sistemático y regular después de un examen médico previene los accidentes cardiacos.

En 2017, en un congreso FIFA en Barcelona, ya pedíamos que se pusiera de manera obligatoria el electrocardiograma en reposo para todo aquel que quisiera tener una ficha federativa, cosa que para pasmo de vivos y ausentes todavía en España no es obligatorio. Y ante casos así, un consejo: es fundamental conocer la aplicación CPR11, que se la donamos nosotros a FIFA con el apoyo de la Fundación Mapfre. Las siglas CPR se corresponden con la reanimación cardiopulmonar, y el número 11 se corresponde con los pasos necesarios que hay que hacer para estabilizar a un deportista hasta que lleguen al lugar los servicios de emergencia.