Cristiano, el señor de los récords se ríe de la jubilación

Mientras era vituperado con inaceptables cánticos de carácter homófobo que retratan la miserable condición de quienes los emplean, el voraz delantero tumbaba a Hungría en el debut de Portugal en un torneo en el que los lusos defienden el trono conquistado hace cinco años en Francia. Su doblete le convirtió en el máximo goleador de todos los tiempos en las fases finales de la Eurocopa. Contabiliza ya once tantos, dos más que el galo Michel Platini. Inauguró su cuenta con dos dianas en el Europeo de 2004, cuando a sus tiernos 19 años fue uno de los principales artífices del subcampeonato logrado por las ‘Quinas’ en tierra patria. Anotó otro cuatro veranos más tarde, cuando Alemania frenó su camino en cuartos. Añadió tres dianas más en 2012, contenido por a la postre campeona España en semifinales. Las mismas que sumó en 2016, por fin rey aunque abatido en la batalla de Saint-Denis contra la anfitriona. Y los dos mencionados este martes para asegurar el triunfo ‘in extremis’ contra el combativo combinado magiar.

Diecisiete años pulverizando las redes en las cinco Eurocopas que ha disputado, lo nunca visto. Tan singular es su longevidad realizadora que en el Puskas Arena superó a Andriy Shevchenko como el jugador de más edad capaz de sellar un doblete en el campeonato continental de selecciones. El ucraniano lo logró frente a Suecia con 35 años y 256 días. CR7 lo selló con 36 años, 4 meses y 10 días.

El crack de Funchal elevó en Budapest a 22 la plusmarca de encuentros que han visto su presencia en las fases finales de la Eurocopa. Tampoco tiene parangón en ese apartado. Le siguen el alemán Bastian Schweinsteiger (18) y el italiano Gianluigi Buffon (17). También es el futbolista que ha anotado más goles incluyendo las fases de clasificación (42). El segundo más prolífico, el sueco Zlatan Ibrahimovic, está 17 tantos por detrás. Del mismo modo, es el recordman en cuando a apariciones en Mundiales y Eurocopas combinadas, sumando 39 duelos entre los dos grandes torneos internacionales. Se ha dejado ver en cuatro Copas del Mundo desde 2006, en las que ha estampado siete goles, y nadie duda de que estará el próximo año en Catar, salvo hecatombe en forma de lesión.

El siguiente listón que acometerá lo representan los 109 tantos que mantienen al iraní Ali Daei como el máximo goleador histórico en partidos de selecciones. Solo le faltan tres para alcanzarlo, por lo que el ‘sorpasso’ podría producirse en esta misma Eurocopa.

El mayor artillero en la historia del Real Madrid (451 tantos en 438 encuentros) y también de la Champions (134 dianas en 175 duelos), ya dejó atrás a Pelé y a Josef Bican como el depredador del área más fértil de cuantos haya conocido el mundo. Pero aún le restan retos. Quíntuple ganador del Balón de Oro, uno menos de los que atesora Messi, tiene igualmente un repóker de ‘orejonas’, lo que le deja un peldaño por debajo de Paco Gento. Abrochó una con el Manchester United y cuatro con el Real Madrid, pero ha fracasado en sus tres asaltos con la Juventus. Por eso sopesa el próximo paso.

Su continuidad en Turín pende de un hilo. Su agente, Jorge Mendes, tanteó una vuelta al Real Madrid, pero Florentino Pérez le cerró la puerta. El Manchester United sí considera su regreso y la prensa inglesa asegura que ya le habría hecho una oferta de alrededor de 20 millones de euros limpios por temporada. También el Sporting de Portugal, club en el que se forjó la rutilante estrella. Pero el PSG también está atento por si Kylian Mbappé hace las maletas y libera el espacio salarial necesario para lanzarse a por el portugués.

Este permanece impertérrito a los rumores. «No me hace cosquillas. Si tuviera 18 o 19 años, creo que no dormiría pensando en mi futuro. Pero tengo 36 años y lo que ocurra al final será lo mejor», declaró la víspera del envite con Hungría. Se sabe plenipotenciario. No en vano un simple gesto suyo puede provocar que las acciones de la mismísima Coca-Cola se desplomen. Solo una cosa le altera: una ocasión fallada. Sucedió ante Hungría en la primera parte. En la segunda se resarció por partida doble. Imparable como siempre.