Los esfuerzos de España por organizar un Mundial han sido ingentes durante los últimos años. El recuerdo de 1982 era cada vez más lejano y el objetivo principal era que la mayor competición futbolística del mundo regresara a suelo español. El caso Rubiales, a pesar ... del revuelo internacional que supuso, no ha afectado a las aspiraciones de España.
La unión luso-española se presentó oficialmente en 2009 para acoger el Mundial de 2018 y, a pesar de ser finalista, fue derrotada por Rusia. Nueve años más tarde, España volvía a intentarlo, de nuevo junto a su vecino ibérico.
En 2019, ambas federaciones confirmaron oficialmente que presentarían una candidatura conjunta para que el Mundial de 2030 se celebrase en España y Portugal. Marruecos, a pesar de los vaivenes en torno a su participación, terminó adhiriéndose. Y Ucrania, que fue invitada debido a la invasión rusa de su territorio, finalmente no se unió a la candidatura.
España, Portugal y Marruecos eran los grandes favoritos para albergar la Copa del Mundo. Pero el pasado 20 de agosto, la historia estuvo cerca de cambiar y, el sueño mundialista español, a punto de romperse.
El beso del expresidente de la RFEF a Jenni Hermoso durante la final del Mundial desencadenó un terremoto sin precedentes en el fútbol español. Ante su negativa a dimitir, en la asamblea que pasó a la historia, la FIFA apartó al dirigente de sus funciones.
Entonces, la misión consistió en separar radicalmente el caso Rubiales de la candidatura española. El Gobierno de España se puso manos a la obra. «Quiero hablar con la FIFA para que esto no afecte a la candidatura de España para el Mundial 2030», reconoció Víctor Francos, Secretario de Estado para el Deporte.
Finalmente, el objetivo se ha alcanzado. 48 años después, España volverá a vivir una Copa del Mundo. Aunque, en esta ocasión, deberá compartir el honor de ser anfitrión con Portugal y Marruecos, además de Uruguay, Argentina y Paraguay –los países sudamericanos acogerán un partido cada uno–.
De este modo, España se une al selecto club de países que pueden presumir de haber albergado más de un Mundial en su territorio. Hasta la fecha, cinco naciones han repetido como anfitriones: Italia (1934 y 1990), Francia (1938 y 1998), Brasil (1950 y 2014), México (1970 y 1986), Alemania (1974 y 2006).
Las dos próximas ediciones de la Copa del Mundo ampliarán esta lista. EE.UU., México y Canadá acogerán esta competición en 2026, que será la segundo vez para los estadounidenses (1994) y la tercera para los mexicanos.
Cuatro años más tarde, Uruguay vivirá un encuentro mundialista por primera vez desde 1930, en la que fue la primera edición del torneo, y Argentina desde 1978.
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