España adora el caos

Tuvo que dar marcha atrás la seleccionadora y ver cómo sus pupilas recibían un inesperado y genial gol de Sonntagova para que el guion cambiase. Ahí, el equipo, en todo su conjunto, se picó, abrazó el caos como un alma maldita y prendió fuego al verde. Se desmelenaron, tejieron combinaciones espectaculares y, con mucho instinto, firmaron tres goles en solo 12 minutos, con Méndez, Hermoso y Caldentey como las autoras. Si la selección juega al fútbol en su estado más puro, ese que se alcanza con la creatividad y la complicidad, no hay rival a su altura.

Busca nuevos retos la selección, más que contrastada su superioridad mundial y europea. Quiere Tomé adelantarse al conformismo y ante República Checa prescindió de las laterales que tan profunda hacen a la selección, con Batlle de central en la defensa de tres (era Eva Navarro la inquilina del carril diestro) y Carmona en el banquillo. El rival también invitaba a las probaturas, derrotado ante Dinamarca el pasado viernes por 1-3.

El plan cerebral de la seleccionadora, sin embargo, tuvo poco impacto, incluso fue contraproducente, porque las checas estaba lejos de la incomodidad. Pero da igual el contexto, la motivación enemiga o en qué zona del campo se dispute el partido si España está sobre el verde. Juega a un deporte diferente que el resto y Lucía García, de la nada, estuvo a punto de abrir el marcador tras una gran jugada de Athenea en el área.

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De hecho, era la delantera del Manchester United la más punzante de las locales, buscavidas ante la falta de suministro sostenible. Pero la vasca no conseguía atinar en las definiciones y las checas crecían, con lentitud pero con decisión. Tanto que Dubcova rozó el gol tras un despeje involuntario de Paredes y el sedentarismo de Misa bajo palos.

El susto y la floja imagen hizo rectificar a Tomé tras el descanso, eliminada la defensa de tres y ya con Carmona en el costado izquierdo. Hubo mejoría, más balones en profundidad y carga hacia el área, pero también nervios, precipitación. Y en medio de la maraña, espesa jungla El Plantío de Burgos, llegó la puñalada. En el minuto 56, tras un pase desde la línea de fondo, la zaga española falló a la hora de despejar y Sonntagova, con un disparo tremendo, bellísimo, superó a Misa.

Puro fútbol que tuvo una reacción contundente. Seis minutos después de la genialidad checa, un córner lanzado por Putellas fue rematado por María Méndez, gigante la asturiana, que mandó el balón a la red tras un cabezazo. El ritmo se volvió trepidante, desperezada por completo España, y la remontada se hizo efectiva. En el 62, un bello pase Caldentey al espacio fue alcanzado por Hermoso que, gracias a su envergadura, pudo rematar desde el suelo. El esférico pasó por encima de Votikova y el 2-1 se hizo efectivo.

Entregada al caos, España se volvió una depredadora furiosa, infatigable, digna de ver. Encaró Caldentey, dribló, imparable, e hizo el tercero con un gran chut cruzado. No hubo más goles, sí ocasiones, pues no era necesario. La superioridad española había quedado más que demostrada.