España 2 - 0 Georgia
Pedri aporta oxígeno a la selección
Clasificación al Mundial 2026
El genial centrocampista lidera con su lucidez a España, que falló muchas ocasiones ante Georgia, pero logra su tercer triunfo camino del Mundial
El uno por uno: Pedro Porro se doctora con España
España celebra el 1-0, obra de Yeremy Pino
La selección con Luis de la Fuente es patrimonio de todos, orgullo futbolístico que rinde dividendos a la hinchada. Ante Georgia no hace el mejor partido de su vida, pero gana, insiste, busca la goleada, acaba el partido con una sinfonía de ocasiones, ambiciosa y ... decidida. Encauza su clasificación para el Mundial de la mano de Pedri, una fábrica de ideas que aportó oxígeno a España.
España 2-0 Georgia
Clasificación al Mundial 2026
- España: Unai Simón; Porro (Llorente, min.75), Cubarsí, Le Normand, Cucurella; Zubimendi (Aleix García, min.81), Pedri (Barrios, min.75); Ferran, Merino, Yeremi (Baena, min.65); y Oyarzabal (Borja Iglesias, min.65).
- Georgia: Mamardashvili; Kakabadze (Azarovi, min.80), Kashia, Goglichidze, Gocholeishvili; Kiteishvili (Gadnidze, min.69), Mekvabishvili, Kochorashvili; Dvali, Mikautadze (Kvernadze, min.69) y Kvaratskhelia (Davitashvili, min.69).
- Goles: 1-0, min. 24: Yeremy Pino. 2-0, min. 64: Oyarzabal.
- Árbitro: Manfredas Lukjancukas (LTU). Amonestó a Porro (min.12), por España.
En situación plena de alerta por el tiempo, con inundaciones a cincuenta kilómetros al sur en la zona de San Javier, Los Alcázares y Cartagena, en Elche no se ve una gota de agua. Y, en el colmo de las situaciones rocambolescas, se riega el campo unos minutos antes del comienzo del España-Georgia que concita una agradecida y hermosa parroquia de camisetas rojas más una amplia colonia de hinchas llegados de Georgia, con cincuenta periodistas llegados de tan lejos para relatar el choque.
En España faltan los pesos pesados, Lamine Yamal, Nico Williams, Rodri, Carvajal, Fabián... El esqueleto de la Eurocopa conquistada sin un error, pleno de victorias en Alemania. España echa en falta el calibre de los apellidos, sobre todo las bandas donde Lamine y en otra dimensión Nico Williams deciden partidos. Ni Ferran ni Yeremy poseen las habilidades de ambos, aunque el azulgrana lo intenta con descaro y el canario se muestra más timorato. Pero la selección puso las bases de su estilo hace tiempo y el juego y la presión fluyen. Sin brillantez ni pájaros de colores, el balón no se despega de la portería de los georgianos.
A falta de tanto talento, en la posición nuclear está Pedri, cuya luz brilla por encima de las dificultades. El azulgrana es la clarividencia hecha futbolista, la armonía que siempre ofrece la salida que pide la jugada. El aficionado recibe el balón con Pedri y, desde la grada, atisba clara la opción de pase o el amigo desmarcado. El centrocampista español siempre la manda ahí, al lugar que imaginó la fantasía del hincha.
Sucede en el 1-0, después de varias ocasiones desperdiciadas por los españoles. Pedri piensa rápido, antes de recibir la pelota, imagina el desmarque de Le Normand, que gana el duelo en el área por cuerpo. El toque del defensa lo remata Yeremy a gol.
Es una versión de la España eficaz con gotas de esencia. No hay orfebrería ni magia en el césped, salvo Pedri, pero es un equipo insistente, lleno de voluntad y con ideas claras. No siempre funcionan los centros de Pedro Porro, tampoco se imponen los defensas por alto, Oyarzabal no es Usain Bolt y a Yeremy le sobra timidez. Pero el equipo funciona.
Una ocasión detrás de otra, la selección amaga con golpear definitivamente en la primera parte. De nuevo inventa Pedri, pase delicioso, profundo a Ferran, que provoca el penalti y lo tira de pena. Blando y a media altura a la izquierda de Mamardashvili, que bloca por primera vez una pena con su selección.
Georgia no amenaza
Georgia no amenaza. Kvaratskhelia, la flecha del PSG, y Mikautadze, el delantero del Villarreal, apenas la tocan. Su portero los busca en balones aéreos donde España sufre, sobre todo Porro, pero Unai es un espectador que se aburre hasta que debe intervenir en el minuto 41. A España se le ha ido la mano con las oportunidades perdidas, la contundencia que dice Simeone. Mikel Merino, dos veces, y Oyarzabal la pifian con todo a favor.
No es la noche del gol, como queda ratificado nada más evacuar el descanso. La selección pega dos palos seguidos en la misma jugada, Pedro Porro en una buena comba y Oyarzabal en el rechace. La selección juega al ritmo que marca Pedri, de un lado a otro, buscando el pase definitivo, girando el juego o ideando una fantasía. La grada lo corea, es el jugador diferencial, el eje de la selección que marca el partido con su calidad.
No hay manera de tumbar a Mamardashvili, que las despeja de todos los colores. Tiene que llegar Oyarzabal, el del gol de la final de la Eurocopa, el máximo artillero con Luis de la Fuente, un tipo que está bendecido con la selección. Al segundo intento de la falta frontal, el guipuzcoano aplica un zambombazo con la zurda que taladra todo a su paso. Magnífico el tiro, resuelto el partido porque Georgia no pasa del medio campo por la presión española.
La selección acaba con cuatro jugadores del Atlético, lo nunca visto. Baena, Barrios, Le Normand y Marcos Llorente). Piernas y mentes frescas para un equipo que termina el partido sobre el área georgiana, insistiendo, con determinación, sin un ápice de relax, buscando más goles. Un equipo con alma de campeón que pone rumbo al Mundial.