Fútbol
El drama sin fin de Ansu Fati
La gran promesa del fútbol español encadena una lesión tras otra. Con 21 años y cada vez más deprimido por su calvario médico, afronta otros tres meses de baja
Si Gamper levantara la cabeza
Barcelona
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Iniciar sesiónNotó un pinchazo en el muslo derecho y se dejó caer sobre el césped pidiendo el cambio. Solo habían pasado 21 minutos desde que el árbitro pitara el inicio del partido en el City Ground entre el Nottingham Forest y el Brighton (2-3) ... cuando el mundo se le vino encima a Ansu Fati. El calvario que truncó su prometedora carrera en el Barcelona y que parecía superado volvía a hacer acto de presencia. Su musculatura de cristal le jugaba otra vez una mala pasada cuando ya había superado viejos fantasmas y estaba disfrutando de nuevo, logrando incluso regresar a la selección española.
El entrenador del Brighton confirmó los malos presagios en la rueda de prensa previa del partido de Europa League ante el AEK de Atenas. Según Roberto de Zerbi, la lesión de Ansu Fati es importante: «Le perderemos por un periodo importante de tiempo». Fati ya está en Barcelona para iniciar su recuperación y ayer acudió a la Ciudad Deportiva acompañado de su hermano, donde los médicos del club azulgrana constataron la gravedad de su lesión. Según deslizaron desde el club catalán, el delantero padece una rotura del bíceps femoral que le mantendrá cerca de tres meses de baja.
Como sucediera en su etapa en el Barcelona, la lesión le ha llegado en un momento en el que estaba cosechando buenas actuaciones con el Brighton. En 14 partidos desde su llegada a Inglaterra, el delantero sumaba un total de 4 goles y una asistencia, unos números que venían acompañados de muy buenas actuaciones y buenos resultados para el equipo. De Zerbi le dio la libertad que necesitaba para brillar por detrás del delantero centro. Pero este contratiempo ha supuesto un varapalo anímico cuando empezaba a superar la decisión del Barcelona de cederlo una temporada para que recuperara su prometedor nivel.
El delantero ya ha recibido las llamadas y visitas de Alejandro Balde y Eric García, los dos grandes amigos que tenía en el vestuario azulgrana y que conoce desde que estaba en las categorías inferiores. Fati se instalará en la casa que tiene en San Cugat del Vallés, a unos 20 kilómetros de la Ciudad Deportiva del Barça, y en la que ha juntado a sus padres, a sus hermanos y varios familiares más. «La familia está muy unida y cuando uno sufre, sufren todos. Es mi mayor apoyo», asegura. Fati buscará refugio ahora en la familia y en la religión para superar este bache. «Me ayuda la fe. Mi padre sí que tuvo que trabajar duro para que yo esté donde estoy. Mi familia es musulmana. En mis lesiones he rezado mucho», apostilla. De hecho, durante el Mundial se le vio ataviado con el tradicional Kafeya paseando por Qatar.
El camino de vino y rosas que se le presumía a Fati cuando Messi le apadrinó, empezó a batir todos los registros de precocidad y el Barcelona le escogió como jugador franquicia otorgándole el 'diez' que dejó vacante el rosarino se fueron al traste por culpa de su historial clínico, en el que acumula cuatro graves lesiones, más allá de la rotura de tibia y peroné cuando jugaba en juveniles. Su pesadilla comenzó en noviembre de 2020 cuando se rompió el menisco de la pierna izquierda y se vio obligado a pasar hasta cuatro veces por el quirófano, quedándose un año sin jugar y cogiéndole una fobia desmesurada a la sala de operaciones.
Precisamente, cuando se lesionó en el bíceps femoral de la pierna izquierda en Balaidos (noviembre de 2021), este miedo irracional al quirófano le hizo desestimar la recomendación de los médicos del club. Optó por un método conservador y tras tres meses de baja recayó a las pocas semanas en San Mamés, lo que le afectó física y mentalmente, perjudicando a su juego. Tanto, que el club y su entorno pactaron una cesión para que se reencontrara y, de paso, se revalorizara (en su mejor momento el Manchester United llegó a ofrecer 150 millones de euros). La intención del club catalán era reincorporarlo el próximo año si alcanzaba su mejor nivel o traspasarlo si no entrase en los planes de Xavi.
Ahora se reabre el debate sobre si debe pasar por el quirófano para subsanar la lesión, similar a la que sufrió. «Este tipo de lesiones tienen un 30 por ciento de recaídas y alteran las carreras de los jugadores. Yo recomiendo quirófano si afecta al tendón, si es de gran tamaño y si está situada abajo pero lo que le diría a Fati es que haga lo que le aconsejen los médicos del Barcelona porque son líderes de opinión mundial en este tipo de lesiones», explica a ABC el doctor Pedro Luis Ripoll.
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