Doce mujeres en el banquillo (pero nunca en España)

En 1991, solo Suecia tuvo entrenadora (Gunilla Paijkull); en 1995, solo Canadá (Sylvie Beliveau); en 1999, Alemania (Tina Theune-Mayer) y Suecia (Marika Domanski-Lyfors); en 2003, Suecia (Domanski), Estados Unidos (April Heinrichs), Francia (Elisabeth Loisel) y Alemania (Theune); en 2007, Inglaterra (Hope Powell), Alemania (Silvia Nei) y China (Domanski); en 2011 fueron seis; en 2015, ocho; en 2019, nueve. En 2023, de las 32 selecciones, doce son dirigidas por una mujer. Ahí están la citadas Klimkova (Nueva Zelanda) y Riise (Noruega), Inka Grings (Suiza), Pia Sundhage (Brasil), Amelia Valverde (Costa Rica), Desiree Ellis (Sudáfrica), Shui Qingxia (China), Milena Bertolini (Italia), Vera Pauw (Irlanda), Martina Voss-Tecklenburg (Alemania), Sarina Wiegman (Países Bajos) y Beverly Priestman (Canadá). El porcentaje sigue subiendo en cantidad (este es el primer año con 32 países), y en calidad, pues lideran parte de las grandes potencias.

La mayoría han pasado por los terrenos de juego antes de saltar a las pizarras. Hasta 2003 jugó Klimkova (48 años) antes de comenzar su andadura hacia la élite en las categorías inferiores de Estados Unidos. Con un Mundial, una Eurocopa, un bronce olímpico en Atlanta 96 y el oro en Sídney 2000 llegó al banquillo Riise (54), que fue nombrada, además, como la mejor futbolista de la historia de Noruega, equipo con el que jugó 188 partidos, más que nadie.

La alemana Inka Grings (44 años), que dirige a Suiza (ganó ayer 2-0 a Filipinas), fue la máxima artillera de las Eurocopas de 2005 y de 2009; y de seis ediciones de la Bundesliga. Debutó en los banquillos en el MSV Diusburgo antes de saltar a las categorías inferiores masculinas del Viktoria Koeln. En 2019, el hito: primera en dirigir a un equipo de hombres en una de las cuatro divisiones alemanas: SV Straelen. «Me sigue pareciendo alarmante que haya tan pocas mujeres en este territorio. En circunstancias sociales normales, mujeres y hombres funcionamos muy bien juntos. Cada uno piensa y actúa de una manera y eso acaba conduciendo al éxito. ¿Por qué no ocurre en el fútbol?», comentó a FIFA en su presentación. Antes de la pandemia, su equipo iba líder.

Con 15 años ya jugaba Pia Sundhage (63) en la selección sueca; incluso llegó a disfrazarse de chico para poder jugar en un equipo masculino ante la falta de oportunidades para ella en este deporte. Se las ganó a conciencia y con goles: campeona y pichichi de la primera Eurocopa femenina, en 1984. Desde 2008 hasta 2012 dirigió a la selección de Estados Unidos, con la que logró dos oros olímpicos (Pekín y Londres) y fue finalista del Mundial de 2011. Pasó por el banquillo de su país desde 2012 hasta 2017 y en 2019 cogió las riendas de Brasil; ganó la Copa América en 2022.

Con 27 goles en 125 partidos ganó la Champions de 2009 y dos Copas de Alemania. Con 54 años, Martina Voss-Tecklenburg viene de ganar la última Eurocopa y de ser finalista en el Mundial de 2019. En 2001 la neerlandesa Sarina Wiegman (53) alcanzó por primera vez para cualquier jugador, hombre o mujer, la cifra de cien internacionalidades; en 2017, el año que debutaba en el banquillo de Países Bajos, fue nombrada The Best como mejor entrenadora; en 2019, líder de Inglaterra, fue finalista del Mundial; y ganó la Eurocopa de 2022.

Con el oro de Tokio 2020 llega con Canadá Beverly Priestman (37), que fue asistente de la selección masculina entre 2018 y 2020. Shui Qingxia (56) disputó la primera Copa del Mundo y se colgó la plata en Atlanta 96, ahora, como entrenadora, impulsa a la selección china. Vera Pauw (60) jugó en Rusia, Escocia y Países Bajos antes de lograr la primera licencia de entrenadora para una neerlandesa. Dirigió a Sudáfrica en 2014 y ahora lidera a Irlanda. Milena Bertolini (57) devolvió a Italia a un Mundial, el de 2019, tras 20 años de ausencia. Desiree Ellis (60) ha llevado a Sudáfrica hasta aquí, su segunda cita mundialista. Como Amelia Valverde (36) a Costa Rica.

Un dato: en las últimas dos décadas, los grandes torneos (Eurocopa, Mundial y Juegos) han sido ganados por equipos dirigidos por mujeres, salvo el Mundial de 2011 que conquistó el Japón de Norio Sasaki. Buenos currículos, mayores títulos.