Dick Schreuder, un antiguo obrero de la construcción convertido en ídolo con el ascenso del Castellón

El aterrizaje del neerlandés el pasado verano en el estadio castellonense fue un empeño personal de Haralabos 'Bob' Voulgaris, un greco-canadiense afincado en el municipio de Benicàssim que en 2022 asumía la deuda de la entidad para convertirse en su nuevo propietario. Una figura influenciada por el budismo y las lecturas del emperador romano Marcos Aurelio y a la que le gusta dirigir el club desde un discreto segundo plano. Su apuesta por el neerlandés para el banquillo, al menos por el resultado del ascenso, ha sido todo un éxito a pesar del riesgo que suponía que Schreuder no tuviera ninguna experiencia en la Liga española ni en una categoría tan complicada como es la Primera Federación .

Los malos resultados de la pretemporada desataron alguna duda en parte de la afición, pero su trabajo a lo largo de estos meses, donde ha convertido Castalia en un fortín casi inexpugnable, han terminado disipándolas. El ascenso ha resultado el espaldarazo definitivo a la labor de Schreuder, al que le quedan otros tres años de contrato porque firmó por cuatro temporadas. Una arriesgada apuesta que le ha salido redonda a Bob Voulgaris.

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«Estoy muy emocionado de dar la bienvenida a Dick. Llevamos mucho tiempo siguiéndole y su estilo de fútbol agresivo, ofensivo e inteligente está completamente alineado con la forma en la que quiero que juegue nuestro equipo. Dick forma parte de nuestro plan a largo plazo y estoy deseando trabajar estrechamente con él durante el verano mientras planificamos nuestra campaña para lograr el ascenso el año que viene», aseguraba el propietario de la entidad orellut el día de la presentación de su entrenador.

Retirado a los 30 años empujado por una lesión después de seis años en la Eredivisie y un año en la antigua Primera división inglesa con el Stoke, Schreuder se veía obligado a cambiar el balón por el ladrillo. Según explicaba en una entrevista en 'The Coach Voices', pasó un tiempo realizando labores de oficina, pero no le gustaba estar encerrado. Prefería trabajar en la obra al aire libre con otras personas. Oxígeno, aire puro que terminó de saborear cuando dio el paso hacia los banquillos atraído por una llamada de su amigo Kees van Wonderen, actual director técnico del Heerenveen. Aunque estaba contento trabajando en la obra, decidió probar y rápidamente le cogió el gusto a ser entrenador.

Antiguo extremo o punta al que no le gustaba apretar los dientes en defensa, Schreuder siempre confió en su talento en su etapa como jugador. Una filosofía que mantiene en el CD Castellón, en el que su manera de defender que ha impuesto es buscando goles en la portería contraria. A falta de tres jornadas, el conjunto orellut suma ya 72 tantos (46 como local y 26 de visitante).

Como técnico debutaba en el SDV Barneveld, aunque continuaba su formación como segundo de Edgar Davids en el Barnet FC inglés. Después dirigió al VV Katwijk y Philadelphia Union antes de ser segundo de su hermano Alfred en TSG 1899 Hoffenheim alemán. También fue asistente en el Vitesse Arnhem antes de ascender a Primera al PEC Zwolle.

A pesar de su brillante temporada en el banquillo albinegro, coronada el domingo con el ascenso a Segunda división, la continuidad de Schreuder en el Castellón no está asegurada porque el técnico está en el radar de un importante club de su país y un 'efecto dominó' podría provocar su marcha. El actual entrenador del Feyenoord, Arne Slot, apunta a convertirse en el nuevo técnico del Liverpool y el conjunto neerlandés maneja el hombre del preparador del conjunto de La Plana como sustituto.