El Gobierno rescata al Barça: permite jugar a Dani Olmo

La medida tiene carácter provisional hasta que, en un plazo máximo de tres meses, se resuelva definitivamente el recurso presentado por el club catalán. Pero de momento suspende el acuerdo de la comisión de seguimiento del convenio de coordinación RFEF-La Liga, fechado el 4 de enero de 2025, mediante el cual se cancelaron las licencias deportivas de ambos jugadores. Estas licencias vuelven ahora a estar vigentes.

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Jorge Abizanda

El CSD adoptó esta medida tras estudiar el recurso de 52 páginas enviado por el Barcelona el martes, el cual incluía 60 documentos con argumentos en contra de la decisión de esa comisión de seguimiento. Según el club presidido por Joan Laporta, dicha comisión no tiene competencias para conceder o anular licencias de futbolistas de manera provisional, ya que su labor se limita a vigilar el cumplimiento del convenio RFEF-La Liga.

De acuerdo con esta interpretación, la decisión adoptada por la comisión sería nula de pleno derecho, una tesis que el CSD respalda. «Sin perjuicio de las alegaciones que se soliciten para la resolución del fondo del asunto, el CSD ha observado la posible concurrencia de una causa de nulidad de pleno derecho y la existencia de perjuicios inmediatos y de difícil reparación que afectarían a los derechos reconocidos en la vigente Ley del Deporte a los futbolistas Dani Olmo y Pau Víctor, así como a su seguridad jurídica», detalló el comunicado del órgano rector del deporte español.

El CSD hacía referencia al artículo 27 de la nueva Ley del Deporte, que establece que los deportistas profesionales tienen derecho a una carrera deportiva «conforme a sus potencialidades». «Privar a Dani Olmo y Pau Víctor de disputar la Supercopa de España, primer título oficial de la temporada, con visibilidad y repercusión mundial, en el que solo participan los equipos con mejor rendimiento en las competiciones nacionales del curso anterior, causaría un perjuicio económico y deportivo grave para el club y, sobre todo, para los futbolistas», señala el documento. El CSD llegó a asegurar que la no inscripción de los futbolistas podría dañar también los intereses de la selección española y de las competiciones nacionales.

La decisión del CSD se produjo después de que la Justicia rechazara hasta en dos ocasiones las reclamaciones del Barça para inscribir a los jugadores. La primera negativa tuvo lugar el 27 de diciembre, por parte del Juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona; la segunda, el 30 de diciembre, a cargo del Juzgado de Primera Instancia número 47, también de la Ciudad Condal. Tras estos dos reveses, La Liga comunicó el 31 de diciembre que no permitiría la inscripción de Dani Olmo debido a que el club no presentó «ninguna alternativa al cumplimiento de la norma de control económico». Posteriormente, la Federación Española denegó una nueva inscripción basándose en el artículo 141.5 del reglamento general de la RFEF, que prohíbe a los futbolistas cuya licencia haya sido cancelada obtener una nueva en el mismo club durante la misma temporada.

La Liga no tardó en reaccionar a la concesión de la cautelar mostrando su «absoluta disconformidad» no solo con el fondo de la resolución, sino también con la forma. El organismo presidido por Javier Tebas reveló que la resolución llegó sin haber dado trámite de audiencia ni a La Liga ni a la RFEF, tal y como la ministra de Deportes, Pilar Alegría, aseguró que haría, por lo que no han podido formular alegaciones. Es seguro que habrá recursos.

Más prudente se mostró Rafael Louzán, nuevo presidente de la RFEF: «Tenemos que respetar la decisión del CSD. Cuando podamos conocer lo que ha comunicado el CSD haremos una valoración junto a La Liga. Por parte de la Federación, hemos cumplido escrupulosamente lo que está establecido».

La noticia se conoció en Yeda, sede de la Supercopa, apenas unos minutos antes de que Hansi Flick anunciara el once inicial para la semifinal ante el Athletic. Pero a pesar de contar con la autorización gubernamental, ninguno de los dos jugadores fue incluido en la convocatoria azulgrana. El más efusivo al recibir la confirmación del CSD fue Joan Laporta, a quien se le pudo ver en las entrañas del estadio abrazado a Enric Masip, adjunto a la presidencia, y haciendo un ostentoso corte de mangas sin un destinatario claro. El Barça se está jugando una cifra millonaria en este asunto: en caso de perder a Olmo peligran tanto los 50 millones que costó el futbolista como los 48 que se llevaría por los seis años de contrato que firmó en verano.