Fútbol
La cláusula envenenada de Dembélé que hace temblar al Barça: por 50 millones queda libre
El francés aceptó renovar a la baja hasta 2024, pero un apéndice le permite irse este verano por una cantidad asumible para los clubes de la Premier
Barcelona
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Iniciar sesiónResuelta la inscripción de Gavi en LaLiga como jugador del primer equipo (cuestión prioritaria para evitar la tentación de una suculenta oferta foránea, aunque la decisión final aún está en los juzgados) y la continuidad de algunos futbolistas que acababan contrato en junio (como ... Marcos Alonso o Iñaki Peña, esta última aún pendiente de firma), la dirección deportiva ha puesto su foco de atención en otras ampliaciones de contrato como las de Sergi Roberto, Sergio Busquets y Ousmane Dembélé (25 años). Si bien la vinculación de los dos primeros expira esta temporada, la del extremo francés, que renovó recientemente hasta 2024, cobra prioridad por una cláusula envenenada que podría permitirle salir este verano por un precio irrisorio para el caché del galo y el poder económico de los clubes de la Premier.
Moussa Sissoko, representante de Dembélé, ya ha sido citado para abordar su continuidad ante el rendimiento que ha dado tras la llegada de Xavi Hernández al banquillo azulgrana y la peculiaridad de su vínculo contractual. Todo se remonta a este pasado verano, cuando el Barcelona logró prolongar el pacto del futbolista por dos temporadas, hasta 2024. Fue un acuerdo inesperado, ya que Dembélé había quedado libre y podía negociar con cualquier club con la carta de libertad. Solo la insistencia de Xavi permitió el compromiso del atacante, que además se rebajó considerablemente sus emolumentos para ajustarse a la nueva política financiera del club catalán, acuciado por graves problemas económicos y fiscalizado por LaLiga y su 'fair play' financiero. El galo pasó de percibir 20 millones brutos a 16, aunque se incluyeron algunas variables de fácil consecución.
A cambio de renunciar a una comisión por renovar, Sissoko exigió un contrato corto para poder beneficiarse del porcentaje de una pronta renovación, que debía producirse esta misma temporada, y un aumento salarial para su representado. Además, el sagaz representante incluyó una perversa cláusula que el Barcelona, ante el temor de perder al futbolista, se vio obligado a acatar. Las dos partes acordaron, en un momento en el que el club azulgrana blindaba a sus estrellas con rescisiones de mil millones de euros, tasar su libertad en 100 millones de euros. Una cifra menor aunque respetable, pero con una excepcionalidad: durante los meses de junio y julio la cantidad que debería abonar Dembélé o el club que lo quisiera baja a los 50 millones, una cifra que está al alcance de muchos clubes ingleses, como se ha podido comprobar durante este mercado invernal en la Premier.
La predisposición por las dos partes es buena. Dembélé quiere seguir muchos años en el Camp Nou y tanto el técnico como la dirección deportiva están muy contentos con el rendimiento y el compromiso del futbolista, cuyos hábitos y comportamiento habían dado un giro radical. Fijo en el esquema del técnico, solo ha descansado este curso ante el Ceuta en los octavos de Copa. Hasta que se lesionó en Montilivi el 28 de enero, había disputado 18 partidos de Liga, seis de Champions, dos de Copa y dos de Supercopa de España, con un bagaje de 8 goles y 7 asistencias. Minado en sus primeros cinco años por las continuas lesiones y actos de indisciplina, ahora se perfila como un valor al alza y uno de los futbolistas más desequilibrantes de la plantilla, aunque deberá estar de baja hasta mediados de marzo por una lesión muscular en el recto anterior del muslo izquierdo que se produjo ante el Girona.
El Barcelona confía en la palabra de Dembélé, pero la sibilina cláusula y la predisposición de su agente a moverlo de club para beneficiarse de las habituales comisiones le generan inquietud, por lo que quiere cerrar el acuerdo con cierta celeridad. No obstante, en la planta noble del Camp Nou celebran que la negociación no esté contaminada, como la pasada temporada, cuando se apartó al futbolista de la dinámica del equipo por ciertas sospechas de que se había comprometido con otro equipo.
La tensión que se vivió en aquel momento queda al descubierto en el documental 'FC Barcelona, una nueva era', que se emite en Prime Video. En la docuserie se desvela el momento en el que Xavi comunica la decisión del club sobre esta decisión al resto del equipo: «Tema Dembélé, está en la prensa, es un tema complicado, para mí tampoco es fácil, pero el club se ha plantado y somos una familia, así que tenéis que saber todo», justifica. Y añade: «El club cree que su agente le está tomando el pelo... o renueva o se busca una salida. Decisión de club».
No obstante, la postura de Xavi siempre ha sido la de elogiar a Dembélé e incluso negoció directamente con sus representantes la continuidad del francés. «Llevo 25 años en el Barça y no he visto un extremo de su nivel», insiste Xavi cuando se le pregunta por el galo. «Yo siempre le digo, 'Ousmane, yo soy el lateral y estoy cagado, parece que lleves dos pistolas'», desvela el técnico, que explica que trata de motivar continuamente al extremo. En el documental de Prime Video, Xavi también deja caer que a pesar de su optimismo con la continuidad de Dembélé no las tenía todas consigo. «Él siempre ha dicho que quería quedarse en el Barça, pero no renovaba y yo pensaba 'habrá firmado por otro equipo'», reconoce. Las próximas semanas serán clave.
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