La Céramica, una renovada olla a presión con estética británica

«Ha sido un reto impresionante y no era fácil conseguirlo en este tiempo récord. Aún quedan tres meses más para rematar la reforma y que el estadio quede totalmente perfecto, pero lo más importante ya está hecho. Todo lo que habíamos ideado ha salido tal y como se planificó», explica César Azcárate, arquitecto y director de Sports&Events de IDOM, la empresa encargada de la reforma de La Cerámica, que ya también tuvo la responsabilidad de levantar el nuevo San Mamés.

«No era un proyecto fácil porque había que darle una imagen unitaria al estadio que le diera mayor identidad. Antes carecía de esto, ya que era un estadio que se había hecho a trozos, y compaginar este proyecto con la obra ha sido complejo. Siempre es más difícil una reforma que empezar de cero. Con el papel en blanco es mucho más fácil conseguir los objetivos, pero está quedando tal y como lo proyectamos. Y no solo por fuera. A nivel acústico y de atmósfera había que conseguir que fuera una olla a presión. Estamos muy contentos», detalla Azcárate.

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Entre las muchas novedades, se han renovado todas las localidades y la iluminación deportiva y arquitectónica con material LED; se han instalados dos videomarcadores gigantes de 21x7 metros y también la megafonía ha sido modernizada a los tiempos actuales. La fachada exterior se ha revestido por completo y se ha cerrado todo el estadio con una nueva cubierta que mejora las condiciones de los aficionados y de los medios de comunicación y en cuya parte superior alberga paneles fotovoltaicos para lograr el autoconsumo del estadio.

También, se ha cerrado la esquina entre Preferencia y Fondo Sur con la construcción de una nueva grada. En ese mismo fondo aún está pendiente la renovación del restaurante y del museo, dos de los trabajos que quedan de aquí a marzo, mes en el que el Villarreal cumplirá 100 años de vida y lo hará con uno de los estadios con más sabor a fútbol de nuestro país.