FÚTBOL / MUNDIAL FEMENINO
Cata Coll, un seguro de pies y manos
La mallorquina recibe halagos por su puesta en escena, su agilidad con el balón y su desparpajo, con tan solo tres partidos con España
Los pilares de una España que aspira al oro
Cata Coll despeja un balón durante la semifinal ante Suecia
Recibió la llamada estando de vacaciones. Irás a Nueva Zelanda, a vestir la camiseta de España en la selección absoluta. De sopetón, tras un año lesionada por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Y también, de sopetón, titular en un Mundial ... en el partido eliminatorio contra Suiza, en el que la selección se jugaba el pase a los cuartos.
Cata Coll (Marratxí, 2001) había pasado dos años complicadísimos. La lesión en la rodilla, esa lesión que martiriza el fútbol femenino, dejó marcas en la piel y en la cabeza. Volvió en marzo. En el club, apenas tres partidos, 195 minutos, porque ahí está en plena forma Sandra Paños, fuera de esta Copa del Mundo por reivindicaciones personales. Así que Coll acudió a este Mundial sin experiencia y sin miedo; disfruta de su mejor momento en la absoluta, y España, de su mejor versión.
Campeona del mundo y de Europa sub-17 y finalista mundial sub-20, hace temblar hasta a sus compañeras con ese juego de pies que ha encandilado a más de uno. Aguanta siempre que puede la pelota para que el juego sea más bonito. «Es mi juego. Es donde me siento bien. Puedo pegar balonazos, pero si veo que puedo jugar en corto… por qué no jugar así». Ese manejo de pies lo practica con los rondos de los entrenamientos de la selección, pero también viene un poco de serie, pues Coll no fue siempre portera, sino que desarrolló sus primeros años en el fútbol como mediocentro.
Coll, 1'70 y 22 años, ni siquiera tenía los guantes reglamentarios cuando recibió la llamada de la selección. Hubo que fabricar unos y mandarlos directamente a Oceanía para que pudiera estar lista desde el primer partido. Siempre alegre y de apariencia despreocupada, es un fortín en los entrenamientos. Desde la Federación indican que hace la portería más pequeña para las compañeras, y eso ha sido un plus para que Jorge Vilda tomara la decisión tras la fase de grupos. Una que seguro no fue fácil en absoluto. «El rendimiento de los entrenamientos era extraordinario, el puesto se lo ha ganado por merecimiento», explicaba el seleccionador. De cortes muy rápidos si llega el balón por bajo, con ese gran juego de pies y una gata en cuanto a reflejos, se ha ganado los halagos de todo el planeta.
«Es una portera muy compacta para una edad tan joven. Juega muy arriba. Toma riesgos, pero está muy bien conectada con el equipo», explica entusiasmado Pascal Zuberbuehler, experto de la FIFA. «Se involucra muy bien en el juego, la construcción de las paradas es fantástica, con los pies, increíble. Y ni siquiera ha tenido que hacer muchas atajadas en estos tres partidos», prosigue el experto. «Lo que llama la atención de ella es su personalidad, nunca se va a arrugar y es difícil que le pasen por encima», definía Vilda.
«Está muy segura de sí misma y lo transmite. Que siga haciendo lo que cree porque nosotras confiamos plenamente», describía su compañera Codina, la que le marcó el gol ante Suiza. «Saben cómo soy y lo voy a seguir haciendo», se ríe Coll, el triunfo de España en sus manos.