La carta de Vero Boquete en 'The Guardian' contra Rubiales y la «mente sexista de muchos» con el deporte femenino

«En los años 70 las mujeres no podían hacer deporte y esa era la mentalidad que teníamos en este país. Desde entonces hasta ahora, ¿ha cambiado mucho? Sí, pero no tanto como debería porque todavía hay mucha gente que tiene una mentalidad sexista», escribe la jugadora.

Un conflicto que, en sus palabras, sigue estando de actualidad: «El problema no es si Rubiales se va o es despedido; es más profundo que eso. Es algo que venimos viviendo y sufriendo desde hace mucho tiempo. Ya era así cuando yo jugué y sigue siendo así con Rubiales, pero también es el caso de toda la gente que trabaja en la federación».

«Dentro del deporte, concretamente en este caso el fútbol, ​​todavía hay mucha gente machista. La mayoría de los dirigentes del fútbol español son hombres y son hombres de una determinada generación con mentalidades definidas», explica.

«Lo que la gente fuera de España debe entender es que este problema es mucho más profundo. Estamos hablando de una federación de fútbol pero podría estar hablando de cualquier otra federación o de cualquier otra empresa», añade Boquete, sobre lo que ella considera un problema estructural y cultural.

La futbolista de la Fiorentina hace una reflexión sobre lo que habría pasado si el beso no se hubiera visto en todo el mundo:

«Lo que pasó con Rubiales y Jenni Hermoso ha tenido tanta atención porque se trata de fútbol, ​​de una final del Mundial y de una acción indiscutible. Se ha globalizado por cómo ocurrió, el momento en que ocurrió y la importancia que ha tenido. Pero ¿y si esto no hubiera pasado, si Rubiales no hubiera besado a Hermoso?», se pregunta.

«Estaríamos hablando de que Rubiales es el mejor presidente de una federación de fútbol del mundo, que Jorge Vilda es el mejor entrenador de Europa y del mundo y todo seguiría con normalidad. Hemos alcanzado un umbral y estamos en guerra para conseguir cambios», sentencia.

Vero Boquete está segura, tal y como detalla en su artículo, de que este es un punto de inflexión en el que todo el mundo es consciente del problema y hará lo posible para atajarlo:

«Los futbolistas y la sociedad española ya han dicho cuál es el problema, todos lo hemos visto y no hay más secretos. Las personas que están en determinadas posiciones no pueden decir: «No lo sabía». Ahora todo el mundo lo sabe. La situación depende de aquellas personas que están ahí para trabajar y hacer las cosas de la manera correcta. ¿Van a sacar a Rubiales y meter a alguien más parecido? ¿O harán una reforma estructural, que es lo que se debería hacer?», sentencia, lanzando el anzuelo para que el cambio sea posible.