La situación de Luis Rubiales al frente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) es incierta. Mañana tiene lugar la asamblea extraordinaria del organismo, en la que se abordará su futuro como presidente. Presumiblemente, el órgano de gobierno de la RFEF escenificará su ... apoyo a Rubiales y este seguirá en el cargo.
Sin embargo, la vía judicial que puede tomar el caso deja un panorama desconocido. Si el Consejo Superior de Deportes (CSD) considera que existe base jurídica para ello, enviará el caso al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), organismo que podría sancionar a Rubiales con la inhabilitación o la destitución.
Si así fuera, la presidencia de la RFEF debería ser ocupada por un miembro de la organización. El único precedente de una situación similar tuvo lugar en 2017 con la destitución del entonces presidente de la Federación, Ángel María Villar, tras 29 años en el cargo.
El encargado de asumir la presidencia de forma temporal fue el tesorero de la RFEF, Juan José Larrea. De repetirse el mismo patrón, quien se convertiría en dirigente de la Federación sería Eduardo Bandrés, actual tesorero. Catedrático de Economía, fue diputado del PSOE en Aragón entre 1999 y 2006, además de consejero de Economía en el Gobierno autonómico, y presidió al Zaragoza desde 2006 hasta 2009. Formó parte de la Junta Directiva de la RFEF entre 2006 y 2017, año desde el cual asumió la tesorería del organismo.
Otra opción para la presidencia sería acudir el escalón inferior en el organigrama. Para ello, la RFEF cuenta actualmente con un secretario general, Andreu Camps, y nueve vicepresidentes: Miquel Bestard, Antonio Suárez Santana, Maximino Martínez, Pedro Rocha, Rafael Del Amo, Joan Soteras, Salvador Gomar, Elvira Andrés y Pablo Lozano.
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