La Bundesliga se abre a la inversión privada

Ha sido una votación secreta. Los presidentes de los clubes no son capaces de dar la cara abiertamente ante una afición que se resiste con mucha fuerza a la entrada de capital inversor privado. Durante la celebración de la asamblea, varios centenares de aficionados han protestado a la puerta del hotel con pancartas en las que se leía: «No al fútbol de los millones», en alusión al sistema de financiación de otras ligas europeas, como la británica o la española, que en Alemania son frecuentemente criticadas como productos totalmente comercializados y ajenos al fútbol local.

Tras la votación, la Bundesliga puede iniciar negociaciones concretas con un socio estratégico de marketing. Seis empresas han expresado hasta ahora interés en esa colaboración y se espera cerrar relativamente un acuerdo de mil millones de euros a cambio de un porcentaje de los ingresos de la televisión. El contrato debería tener una duración máxima de 20 años y firmarse antes del inicio de la temporada 2024/25. El pasado mes de mayo, el empresario Markus Schön remitió al Bayern de Múnich un correo en el que se mostraba dispuesto a asumir el coste de fichar a Cristiano Ronaldo para el Allianz Arena «con tal de facilitar el cambio», pero hasta ahora la afición había logrado que las directivas evitasen estas tentaciones.

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La DFL necesita urgentemente el dinero para ampliar su infraestructura, con una mayor digitalización e internacionalización, así como el desarrollo de su plataforma de streaming. Los aficionados, que el fin de semana pasado también expresaron su protesta en pancartas colocadas en muchos estadios, temen que la entrada de un inversor distorsione la competencia local. Los directores generales Marc Lenz y Steffen Merkel han defendido sin embargo que el futuro socio sólo debería tener una participación limitada en el ámbito económico. «Si un socio potencial no acepta las líneas rojas, no es el adecuado para nosotros y buscaremos otro», ha garantizado Lenz.

La gran asociación de fans «Our Curve» ha criticado la decisión de atraer inversores: «las palabras baratas de la DFL durante el parón de la pandemia finalmente se han desvanecido en el aire. El dinero está para ellos por encima de todo», ha lamentado en un comunicado su presidente Jost Peter, «las consecuencias de esta decisión agravarán la desigualdad de oportunidades en las ligas alemanas en favor de un producto cada vez más artificial y más TikTok». Lamenta que los deseos de los aficionados «no parecen jugar ya un papel importante».