Entrevista ABC
Braulio, director deportivo de Osasuna: «Es más difícil elegir al entrenador que a los jugadores»
El gallego es uno de los secretos del crecimiento rojillo en los últimos diez años. Antes del debut oficial en la temporada 25-26, esta noche en el Bernabéu, el gallego se sienta con ABC para repasar el nuevo proyecto rojillo
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Iniciar sesiónCompartió plantilla junto a Bebeto y Mauro Silva en aquel Superdépor que enamoró a toda España, pero la realidad es que no tenía nivel para estar ahí. Algo muy distinto a lo que le sucede como director deportivo, donde triunfa con Osasuna. En su novena ... temporada en El Sadar, Braulio Vázquez (14 de marzo de 1972, Pontevedra) acaba de dar un paso importante, trayendo al entrenador revelación de Segunda de la pasada temporada. De su fichaje, de su trabajo y de otros muchos temas charla con ABC antes del debut oficial de la temporada en el Santiago Bernabéu.
-¿Qué queda de aquel Braulio futbolista que incluso llegó a jugar en Primera?
-Más que de Primera, yo era futbolista de Segunda, o de Segunda B. En el Dépor coincidí con un equipazo y no tenía nivel para destacar. Me queda la pasión y la experiencia de haber estado en vestuarios, lo que me ayuda hoy a empatizar con los jugadores. No he jugado Champions, pero sí en Primera, la UEFA con el Farense en Portugal y en Segunda en España. Esa experiencia me sirve para comprender sensaciones, problemas y dinámicas de vestuario. Los futbolistas no son máquinas: las situaciones personales afectan al rendimiento, igual que a cualquiera en su trabajo. Eso me da empatía con ellos.
-¿Se duerme mejor siendo futbolista que director deportivo?
-Como futbolista disfrutas, pero no eres consciente de todo lo que hay detrás de un club. Como director deportivo se vive peor, con más preocupaciones: viajes, partidos amistosos, nutrición, planificación… Ser futbolista es la profesión más bonita porque solo te ocupas de ti mismo.
-¿Viaja mucho?
-Antes viajaba más. Ahora tiramos de vídeo, aunque siempre intentamos ver a los jugadores en directo y hablar con ellos. Por ejemplo, si fichas a alguien que juega en Sudamérica, allí el contexto es distinto: campos en mal estado, mucho espacio… Hay que imaginar cómo rendirá en Pamplona y en nuestra Liga.
-¿Qué valor le da a un cara a cara con un posible fichaje?
-Muchísimo valor. No solo buscamos calidad, también humildad y capacidad de adaptación. Por ejemplo, Adrián, que había pasado por el Atlético, encajó perfecto porque era humilde. El vestuario aquí es muy acogedor, y cuidamos que ningún fichaje rompa esa dinámica. Si detectamos aires de grandeza, preferimos no traerlo.
-¿Cómo es su modelo para fichar?
-Somos de los equipos que menos fichan en la Liga. Hacemos dos o tres incorporaciones al año. Priorizamos el bloque y los jugadores de la casa. A nivel económico, no tenemos un dueño que inyecte dinero. Nosotros dependemos de los socios. Eso es una ventaja y una limitación. A veces, nuestro mejor fichaje es no vender. Ahí siguen Budimir, Moncayola, David García, Boyomo… Hemos recibido ofertas, pero nuestro trabajo es convencerlos para que sigan.
-¿Qué hubo de verdad en el no fichaje de Gonzalo?
-Fue un interés real, hablé con él y con su entorno a principio de la pasada temporada. No estuvo tan cerca como se dijo, pero sí hubo contactos. Marcos López (su agente) me dijo que si salía del Madrid me avisaría, pero luego pasó lo que pasó y era inviable. Tenía claro que si hacía muchos goles en el Mundial iba a ser imposible traerlo. Para nosotros hubiera sido un fichaje muy bonito, pero no dependía solo de Osasuna. Con nuestra gente y en El Sadar hubiese encajado bien, pero era muy complicado.
-¿Le gusta el 'fair play' financiero que tiene impuesto LaLiga o le parece excesivo?
-A mí me parece bien y hay que cumplirlo. Para nosotros es una desventaja que otros clubes no lo respeten y aun así fichen. Eso es competencia desleal. Nosotros preferimos la estabilidad: vendimos a Jesús Areso por 12 millones y su sustituto fue un jugador libre del Leganés, Rosier. Así trabajamos.
-Pasemos del campo al banquillo. ¿Cómo elige a un entrenador?
-Es la decisión más difícil. Un mal fichaje de un jugador afecta menos, pero si te equivocas con el entrenador, repercute en todo. En Osasuna llevamos ocho años sin despedir a un técnico, lo que creo que es un récord. Hemos pasado rachas muy malas, pero la paciencia ha dado frutos: final de Copa del Rey, Supercopa de España en Arabia, clasificación a Europa, no sufrir con el descenso… Todo esto pasó con Jagoba Arrasate. Empezamos mal su proyecto, pero confiamos y acabamos jugando en Europa.
-Y de un técnico que estuvo siete años, a otro que solo ha durado una temporada. ¿Qué pasó con Vicente Moreno?
-Pues la verdad es que solo se quedó a un gol de Europa, a pesar de otra racha larga que estuvimos sin ganar, como nos pasó en la etapa de Jagoba. Fue una decisión personal suya la de no seguir. Aquí valoramos mucho la conexión del entrenador con la ciudad y la cultura. Jagoba, por ejemplo, estaba muy integrado en la sociedad navarra. Eso pesa tanto como lo deportivo.
-Lisci estuvo brillante la pasada temporada con el Mirandés, pero eso era Segunda ¿Por qué él y no otro?
-Con Alessio vimos un perfil distinto. Es joven, viene del Mirandés, y aunque solo lleva tres ratos en Primera, nos convenció por su trabajo, su dedicación y el cómo encajaba con nuestra idea de club. Fíjese que cuando fichamos a Jagoba, las expectativas eran muy bajas y se superaron con creces. Con Alessio ocurre al revés: hay mucha euforia alrededor y debemos tener paciencia.
-¿Le da vértigo equivocarse en la elección?
-Sí, es una gran responsabilidad. De momento, llevo un diez de diez, pero también porque aquí somos pacientes y damos estabilidad. A los entrenadores se les apoya incluso en rachas malas. Alessio sabe que en Osasuna no echamos entrenadores a la primera, y eso también le motivó para venir. En este club se valora el esfuerzo y la afición nos anima incluso en derrotas muy duras. No espera a los jugadores para insultarlos, sino para animarles. Eso no ocurre en todos lados y eso ayuda a mantener a los entrenadores.
-El Sadar es especial. Y Osasuna también lo es. ¿Ustedes jugarían un partido en Miami?
-Sería muy complicado. El Sadar y la afición son parte de nuestra identidad, como un jugador más. Sin ellos perderíamos competitividad. Entiendo que se busquen ingresos, pero creo que este partido adulteraría la competición.
-Acaba contrato en 2026, así que igual que le preguntamos a los jugadores en su último año de vinculación. ¿Va a renovar?
-Yo estoy muy contento aquí. Tengo mucha autonomía para hacer mi trabajo. Si decido fichar a alguien, no tengo que consultar con inversores extranjeros, solo con el presidente para valorar el aspecto económico. Eso me hace sentir muy responsable. Así nos ha ido bien y el club confía en mí. Mientras el presidente quiera, aquí seguiré en Pamplona.
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