El tiempo pasa, los años continúan goteando la larga vida de un Silvio Berlusconi que se niega a mirar a la cara a la vejez, 86 ya, y el magnate empresarial mantiene viva su llama dedicada a la polémica; una cualidad soldada a la ... personalidad del expresidente del Consejo de Ministros de la República Italiana. Propietario del recién ascendido Monza, en su enésima experiencia en el Calcio, Berlusconi prometió en la cena de Navidad del equipo «un autobús de prostitutas» (un pullman di troie) a sus jugadores si ganan a uno de los grandes equipos transalpinos como el Milan o la Juventus.
«Hemos encontrado un entrenador bueno, amable y capaz de estimular a nuestros chicos. Yo también he dado un extra de motivación a los jugadores y les he dicho que si ganamos al Milan, la Juve o uno de estos equipos grandes, les mando un autobús lleno de prostitutas al vestuario», declaró el dirigente a escasos metros de su cabizbaja novia mientras las risas mientras la risa general de los allí presentes acompañaban su discurso.
El Monza, en su primera experiencia en la Serie A, llegó calmado al descanso otoñal de la mano del bisoño técnico Raffaele Palladino, de tan solo 38 años. El club, en el que está el defensor español Pablo Marí (aún lesionado después de ser apuñalado en un centro comercial de Milán), está nueve puntos por encima del descenso y, mientras el objetivo principal reside en mantener la categoría, una victoria ante un grande cerraría de manera brillante el año de los lombardos.
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