El Barcelona gana al Chelsea (0-1) en Londres y mete pie y medio en la final de Champions

Los partidos del Barcelona femenino me recuerdan a mi hija de cuatro años cuando viene con una sonrisa pícara y me suelte: «Tengo una noticia buena y una mala...». Ser del Barça de Jonathan Giraldez también tiene una cosa buena, que sabes que va a ganar, y una mala, que pierdes la emoción que todo partido suele tener. Ante el Chelsea solo duró la incertidumbre cuatro minutos, los que tardó Graham Hansen en anotar el primer gol, un auténtico golazo, por cierto. La noruega agarró un balón en la medular del equipo inglés, pegada a la banda, avanzó, fue centrándose y bastante antes de llegar al área soltó un zurdazo cruzado que batió a Berger.

Salieron las inglesas en tromba, tratando de intimidar a las culés, pero Hansen, con su gol, fue como el picador que amansa ligeramente al toro. La primera ocasión del Chelsea no llegó hasta los veinte minutos. El disparo de Kerr lo desvió ligeramente Paredes y lo atajó Paños con alguna dificultad. Aviso británico para un Barcelona que se encontraba cómodo con el marcador a favor, algo a lo que están acostombradas. Poco antes el partido se había tenido que parar por unas molestias de Berger. La portera se echó la mano al muslo y fue atendida pero pudo continuar.

Se acercaba el Chelsea, tanto que en el minuto 24 celebró Stamford Bridge un gol que la árbitra no dudó en anular inmediatamente por un fuera de juego de Sam Kerr. Susto que sirvió de aviso para que el Barcelona no se confiara y despertara. Kerr se estaba convirtiendo en la pesadilla de las culés. A la media hora era Bronze la que despejó un disparo de la australiana con Paños ya batida y la portería vacía. Los últimos minutos de la primera parte fue un choque de estilos. Mientras el Barcelona trataba de llegar al área inglesa con el toque y la posesión, el Chelsea mandaba constantemente balones largos en cuanto recuperaba buscando el contragolpe. El primer acto acabó con un jugadón de Hansen que no acabó en gol, aunque si hubiera anotado no habría subido al marcador por fuera de juego de Geyse.

Buena estratega, Emma Hayes decidió dar entrada a Lauren James por Cankovic y aprovechar la velocidad de la inglesa para exigir a Mapi León, que en la primera parte había visto una discutida tarjeta amarilla por unas manos dudosas. Se mantuvo sólida la maña pero los problemas llegaron por otro lado y en forma de lesión. Lucy Bronze se vio obligada a pedir el cambio (min. 67) y se retiró cojeando ostensiblemente. Entró Marta Torrejón. Cinco minutos antes Mariona Caldentey había sustituido a Geyse.

Presión alta del Chelsea, lo que le permitía recuperar rápido el balón. El Barcelona estaba bien pero cada vez más impreciso. El 0-1 era un excelente resultado para afrontar la vuelta del próximo jueves pero las de Giráldez querían más. Otro gol convertiría la remontada británica en tarea prácticamente imposible. ¿Qué era más importante, marcar otro gol o no encajar ninguno? Cualquier opción era buena, las dos juntas excelentes. Un remate de cabeza al palo de Marta Torrejón, incomprensiblemente sola dentro del área, tras un saque de esquina (min. 82), fue la mejor ocasión de toda la segunda parte.

Seis cambios de una tacada, tres del Chelsea y tres del Barcelona para afrontar los últimos seis minutos de juego. Pero al final el marcador no se movió y la victoria del equipo azulgrana les deja todo de cara para lograr el próximo jueves la clasificación para la final de Champions, Allí esperará el Wolfsburgo o el Arsenal, que disputan la otra semifinal.