El Barça femenino empata (1-1) ante el Chelsea y se clasifica para la final de Champions

Salió el Barcelona sin pensar en el resultado de la ida. Aunque eso no es una novedad, este equipo no especula y ha demostrado en sobradas ocasiones su voracidad. El Chelsea se había propuesto disputarle la pelota a las azulgranas, aunque el dato de que las culés llevaban cuatro años sin perder como local pesaba como una losa. Asisat Oshoala quiso demostrar que merece más protagonismo y suyas fueron las tres primeras ocasiones en los primeros diez minutos, aunque demostró tener la mirilla del disparo algo desviada. Como en la ida, fue Graham Hansen la que marcó el primer gol, anque Esther Staubli, la colegiada suiza, no dudó en anularlo por mano de la delantentera. La noruega ni protestó.

Lo miraba atenta e ilusionada Alexia Putellas desde el banquillo. El calvario de la catalana, que se inició el pasado mes de julio cuando oyó un crack en su rodilla mientras entrenaba con la selección española, llegaba a su fin. Transcurrida media hora, la única duda era cuándo caería el gol del Barcelona. El dominio estaba siendo brutal (70 por ciento de posesión), se jugaba en campo del Chelsea y el balón rondaba continuamente la portería defendida por Berger. Mariona Caldentey, Aitana Bonmatí, Irene Paredes, Oshoala y Hansen habían tenido ocasiones para marcar. Pero el Chelsea resistía y en estos partidos cualquier error se paga caro. Y pudo ser terrible en la prolongación de la primera tras una pérdida inesperada que las inglesas no supieron aprovechar.

La segunda parte comenzó con los mismos onces y con el Barcelona algo menos intenso. El dominio sobre el terreno de juego era del equipo azulgrana pero faltaba reflejarlo en el marcador. Un gol que diera tranquilidad, un gol que certificara el pase a la final. Cualquier tropiezo, cualquier error aprovechado por las jugadoras 'blue' podría forzar la prórroga, Y no había que olvidar que el Chelsea tiene a Sam Kerr, una de las mejores delanteras del mundo, a la que le hace falta solo media ocasión para anotar un tanto. Movió el banquillo Giráldez. Dio entrada a Salma Paralluelo y a Ingrid Engen y retiró a Oshoala y a Keira Walsh. Con media hora por delante, el técnico buscaba más movilidad en ataque y el acierto que le faltó a la nigeriana.

Grahan Hansen acabó con la incertidumbre, si es que alguna vez la hubo. Un contragolpe iniciado por Mariona, que le dio el balón a Aitana Bonmatí, acabó en los pies de la noruega que colocaba al Barcelona en la final de Eindhoven. Minuto 63 y el Chelsea necesitaba dos goles para igualar la eliminatoria. Todo parecía hecho pero como en el fútbol casi nunca hay tranquilidad, Reiten aprovechó un ataque de su equipo y un rechace tras el remate de Sam Kerr. Todo volvía al inicio, aunque con el Barça clasificado momentáneamente. Eso sí, el gol inglés retrasó, seguramente, la reaparición de Alexia Putellas.

Se crecía el Chelsea y trató Giráldez de reconducir la situación. Retiró a Marta Torejón, que estaba sufriendo mucho en la zona derecha de la defensa y dio entrada a Crnogorcevic. Fueron unos minutos de dominio inglés, con varias jugadas ofensivas hilvanadas y cierta sensación de desasosiego en el Camp Nou. Unas inoportunas molestias provocaron el cambio de Aitana Bonmatí a falta de siete minutos. Alexia no calentaba, no era el momento de tomar riesgos. Salma Paralluelo pudo marcar el segundo pero Berger realizó una excelente parada.

La fiesta de las culés tendrá continuidad este domingo. Solo un milagro impedirá que el Barcelona conquiste la Liga de forma matemática a falta de seis jornadas para su finalización. Para ello le basta un punto ante el Sporting Huelva o que el Real Madrid no gane su partido. Las chicas de Giráldez podrán dedicare a preparar la final de Eindhoven, que se disputará en el 3 de junio.