Un Barcelona con el ADN cambiado: 14 partidos de 18 con la puerta a cero

La buena salud del Barcelona en LaLiga, más allá de los apuros que sufre para cerrar los partidos, tiene muchas lecturas. Pero sin duda, la primordial es la solidez defensiva, sustentada en el gran momento que atraviesa Marc André Ter Stegen, capaz de desbaratar las claras ocasiones de las que disponen los rivales por errores defensivos impropios de un equipo que aspira a ganar el título.

El meta alemán ha mantenido a cero su portería en 14 de los 18 partidos que se han disputado y puede cerrar la primera vuelta (el miércoles se disputa el encuentro aplazado ante el Betis) con solo seis goles encajados. Sin duda, unos números de récord. El equipo que menos goles ha sufrido en contra en la historia de LaLiga es el Real Madrid, con 15 en 18 partidos en la temporada 1931-32. Números desfasados, sin duda. Pero la gesta culé adquiere mayor relevancia cuando se le compara con los mejores números en los campeonatos a 38 jornadas. Paco Liaño (Deportivo de la Coruña en la 193-94) y Jan Oblak (Atlético en la 2015-16) encajaron 18 goles en todo el campeonato (el triple que Ter Stegen en solo una vuelta).

«Para mí, Ter Stegen está entre los mejores del mundo. Si no el mejor, entre los tres sin duda. Para el Barça, es el mejor del mundo por la manera en que jugamos. Su salida de balón es perfecta. Lo entiende todo y es una garantía. Estaba criticado aquí porque aquí se critica hasta a las sillas. Nos da mucha seguridad y ha crecido. Ahora que está tan infravalorada la posesión... cuando tienes el balón, te estás defendiendo», elogia Xavi, que ha apostado por el alemán incluso en las eliminatorias de Copa ahora que los rivales son de Primera división.

Tras más de tres décadas basando su estilo de juego en la posesión y la propuesta ofensiva, el Barcelona se sustenta ahora en una solidez defensiva que casi nunca había priorizado en el decálogo de su filosofía. Una modificación del manido ADN culé que esta produciendo réditos en la clasificación liguera, como demuestra que el equipo esté en dinámica de alcanzar los míticos cien puntos en el torneo (si el miércoles ganan al Betis sumarían 50 puntos).

El Barcelona solo ha perdido un partido y ha cedido dos empates, máculas que no emborronan una trayectoria espectacular. La derrota en el Bernabéu (3-1) entra dentro de la lógica y solo las tablas ante el Espanyol (1-1) y Rayo (0-0) en el Camp Nou podrían entenderse como sendos tropiezos, pero no hay que olvidar que el equipo catalán ha ganado en feudos tan complicados como Anoeta, Sánchez Pizjuán, Mestalla, El Sadar o el Metropolitano, además de no ceder ningún punto ni conceder ningún gol en el Camp Nou (salvo los mencionados ante el Espanyol y Rayo).

«Hay que hacer autocrítica, pero estamos contentos. Hay que valorar de dónde veníamos el año pasado. Hemos hecho un cambio muy grande. El cambio del equipo y de muchos jugadores es grande. Tenemos que mejorar, pero estamos en el camino», se congratula Xavi, que tras poco más de un año al frente del equipo le ha dado un lavado de cara, ha conseguido ganar solventemente la Supercopa, está en semifinales de la Copa y se mantiene líder en LaLiga.

El Barcelona iniciará la segunda vuelta liderando la clasificación, honor que no le concede ningún beneficio final, como demuestra que de las 26 veces que ha sido campeón de invierno, solo conquistó el título en 17 ocasiones. Concretamente, de las últimas 12, ganó ocho campeonatos ligueros. Para ello deberá afinar también el ataque, ya que la mayoría de partidos se ganan por la mínima. «Esto no es una obra de teatro, hay otro delante. Yo también quiero ganar por 4-0. Hay que mejorar, pero estamos en un buen momento», se justifica Xavi.