El Barça gana pese a su defensa

Dominio local, resistencia visitante, la dinámica esperada. Poco brillante el Barcelona en la línea de los últimos encuentros. Una mezcla de aburrimiento, dejadez y cansancio con la que Ferran acabó cruzando un buen disparo a la derecha de Guaita. Inteligente asistencia de Íñigo Martínez a la espalda de los defensores del Celta. Lewandowski iba por el suelo una y otra vez doliéndose de sus lumbares. El Celta aprovechó una cantada de Tec para empatar, Borja Iglesias mediante, al cuarto de hora. Tremendo enfado de Flick con el gol, chutó una botella de agua que casi llega al Palau Sant Jordi.

No fue un enfado directo con Tec sino con la sensación de poca tensión que transmite el equipo. El portero estuvo pésimo pero en su defensa hay que decir que el Barça se ha ahorrado algunas derrotas -y eliminaciones- gracias a sus fantásticas paradas. Todo volvía a empezar y el Barcelona no parecía sentirse cómodo, aunque no perdió la confianza y continuó atacando. El Celta esperaba su momento para correr y Pablo Durán ganaba cada vez la espalda de Gerard Martín, esa apuesta de Flick con tan desigual fortuna dependiendo del día. Borja Iglesias pudo marcar el segundo pero Tec se redimió con un muy buen pie. Es lo que tiene este portero: cuando cae se levanta en lugar de acabar de hundirse y te hace quedar mal si lo has criticado de forma excesiva

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Al Celta le costaba salir cuando el Barça presionaba pero las pérdidas eran lejos del área y tenía tiempo para organizar su zaga. Al Barça lo que le costaba era encontrar el ritmo, muchas, demasiadas interrupciones. Poca producción ofensiva. Lewandowski en sequía: sólo un gol en los últimos seis partidos.

Era difícil de imaginar que pese a sus buenas intenciones, Flick no intentara recurrir a Lamine Yamal por lo menos durante 20 minutos de la segunda parte. Tec antes del descanso respondió con otras dos estupendas paradas que evitaron el segundo del Celta, más cerca de marcar que un Barça entrecortado y con demasiadas lagunas defensivas en la banda izquierda. Más cómodos los gallegos, el empate les puso en órbita.

El Celta se fue al descanso siendo mejor y lo materializó al inicio de la segunda parte, marcando Borja Iglesias el segundo ante la impotencia de De Jong. Muy desangelada la defensa de Flick, muy arriesgada en su concepción, quirúrgico el disparo de Iglesias, lejos del alcance de Tec. La respuesta del técnico alemán fue dar entrada a Dani Olmo y Lamine Yamal. Los sacrificados fueron Fermín y Ferran. Muy buen dibujo de Giráldez, y muy merecido finalmente el tercero de su equipo, hat-trick de Borja Iglesias.

Pero a pesar del preocupante desconcierto detrás, el Barça continúa siendo un gran equipo cuando sabe encontrar la luz y Dani Olmo recortó distancias de un colocado disparo. Minutos de ataque y gol local, eufóricos, que olían a remontada. Y empató Raphinha de cabeza. La victoria parecía más fácil que no conseguirla, aunque la incomprensible defensa local no dejaba de dar sustos.

Gavi entró por Lewandowski. Pau Víctor y Eric entraron por Cubarsí y Gerard Martín. Mingueza tuvo y falló la victoria en la cabeza. Raphinha transformó un penalti claro. Los tres puntos importan, y ganar en lo agónico es de campeones, pero la sensación de vulnerabilidad que está dando el equipo en los últimos partidos hace temer el encuentro con rivales más importantes.