Un Atlético gris no convence en su debut

El Oporto se adelantó justo antes del descanso con un gol de Froholdt, tras una rápida combinación con Pepê dentro del área que dejó sin opciones a Oblak. Por su parte, el Atlético de Madrid se mostró impreciso con el balón, superado en intensidad por los de Farioli y sin apenas generar peligro en campo rival.

Tras el paso por los vestuarios, el técnico rojiblanco reaccionó y cambió por completo el once, dando entrada a un equipo renovado en el que convivieron varios jóvenes del filial con jugadores de peso como Griezmann y Almada, uno de los últimos fichajes del verano.

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Las ausencias de Barrios y Giménez, ambos por lesión, se hicieron notar especialmente en la salida de balón y en la solidez defensiva. A pesar de estas bajas, el equipo rojiblanco llegó tras dos semanas intensas de entrenamientos y movimientos en el mercado, con nuevas incorporaciones presentadas en el Metropolitano y algunas despedidas recientes, como De Paul y Correa, que ya lucen nuevos colores. El partido sirvió más para hacer pruebas que para sacar conclusiones sólidas. El siguiente y último test para el Atlético de Madrid antes del inicio liguero será el sábado 9 de agosto frente al Newcastle, en St James' Park.

El encuentro contra el Oporto tuvo un significado especial, ya que comenzó con un minuto de silencio para rendir homenaje a Diogo Jota, fallecido un mes antes junto a su hermano André. El delantero portugués, que llegó al Atlético en 2016 pero fue cedido al Oporto sin debutar oficialmente con el club madrileño, fue recordado con cariño por ambas entidades.

El amistoso también sirvió como carta de presentación del equipo local y, para celebrarlo, asistieron exjugadores emblemáticos que pertenecieron a ambos clubes como Paulo Futre, Radamel Falcao, que hicieron el saque de honor, Cebolla Rodríguez, Diego Ribas, Costinha y Felipe.