El Athletic no pasa del empate ante el Mallorca en un San Mamés dividido
Continúa la guerra entre las peñas, abucheadas por parte del estadio, y la directiva, a la que estas exigen su dimisión antes de la 'final' ante la Roma en la Europa League
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Un ambiente primaveral en los exteriores y enrarecido en el interior de San Mamés aguardaba este domingo el partido del Athletic contra el Mallorca. El conjunto vasco no logró pasar del empate en casa, con la afición dividida a cuenta del enfrentamiento existente entre ... las peñas y la directiva. «Una situación rara y que estresa», según Ernesto Valverde, y con la que quedan a ocho puntos de los líderes, aunque mantiene la posición Champions, afrontando una semana clave para la temporada, con la vuelta de la eliminatoria de Europa League contra la Roma el próximo jueves. «Queríamos una final en San Mamés y la tenemos», afirmó el 'Txingurri' al terminar el encuentro.
Poco o nada que destacar en la primera parte. Sólo una competición entre aficionados por un viaje a Punta Cana al descanso levantó la grada (con una entrada de 48.203 personas). Antes, Valverde, que acabó amonestado, daba indicaciones desesperado a su pareja de centrales —formada por Paredes y Yeray tras la lesión de Vivian— para tratar de recolocar al equipo. El Mallorca de Jagoba Arrasate, tan bien plantado como acostumbra, no dejó un resquicio y las rotaciones (hasta ocho) del Athletic no conseguían sorprender.
Lo más relevante ante la falta de fútbol sucedió entre uno de los fondos, el palco y el resto del estadio. Parte de San Mamés silbaba los cánticos de la grada de animación, situada en el fondo norte de La Catedral, que pedía la «dimisión» del presidente Jon Uriarte. El conflicto, que se alarga desde hace meses, mantiene dividida a parte de la afición. Y, según ha informado El Correo, ha llevado a la directiva a valorar la celebración de un referéndum entre los socios, al no recibir respuesta por parte de las peñas, en huelga a causa de las condiciones impuestas para formar parte de ese fondo.
Un ambiente que no parece el más adecuado de cara a la vuelta de la eliminatoria contra la Roma, donde el Athletic debe remontar el 2-1 de la ida para mantenerse en la Europa League (la final del torneo este año se celebra en San Mamés). De hecho, el propio Valverde ya lanzó un mensaje a finales de esta semana, reclamando que el estadio vuelva a acompañar a la energía con la que suelen jugar su equipo en casa. «Con que haya la mitad de ambiente que en Roma estaríamos bien«, afirmó. Este domingo no fue el caso.
Una falta de tensión que se contagió a la defensa durante el primer gol del Mallorca. Raíllo remataba un córner que, sin embargo, despertó a los locales. Poco más de un minuto después Nico Williams, el más activo de los leones junto a Berenguer, empataba el partido rematando un centro desde la derecha de Gorosabel. Eso, la necesidad y el arbitro, tras un par de decisiones contrarias al Athletic, metieron al público en el partido.
Éste parecíadecantarse para los de casa, con un mayor protagonismo de los hermanos Williams, sobre todo del menor. También de Maroan Sannadi, el delantero de moda en Bilbao, que entró en la segunda mitad, aportando el músculo y la energía que faltaron en la primera. No fueron suficiente. Los de Arrasate aguantaron el empujón y San Mamés acabó despidiendo a su equipo tras el empate a uno, con la mirada puesta en lo que está por venir, que no es poco.
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