La FIFA prefiere sumar dos nuevos asistentes que incorporar el vídeo

Ante las insistentes preguntas de los periodistas, Maingot reiteró que la negativa de la FIFA a recurrir a la ayuda del vídeo en el arbitraje está vinculada a la posición de la International Football Association Board (IFAB), garante de las leyes del juego. Esta venerable instancia, que desde 1886 vela por la armonización del reglamento, emitió el pasado 6 de marzo un veredicto inmovilista sobre la asistencia tecnológica que, por fin, había aceptado tratar por primera vez en el orden del día de su asamblea anual en Zúrich. Ninguno de los dos sistemas evaluados de ayuda televisiva y electrónica obtuvo el visto bueno.

La decisión contradijo la posición favorable del presidente de la FIFA, Sepp Blatter, a una “tecnología que permita verificar si el balón ha rebasado la línea de gol”, mediante sensores electrónicos dentro del balón o cámaras colocadas en la portería, expresada en una entrevista publicada en enero por el diario suizo ‘Sonntagsblick’. La aprobación de estas innovaciones hubiese validado el gol de Lampard para Inglaterra que, ironía de la historia, se ve perjudicada por la cerrazón de una instancia donde su federación, junto a la escocesa, la galesa y la norirlandesa, dispone de cuatro votos, tantos como las otras 204 asociaciones integrantes de la FIFA, que no existia cuando la IFAB fue creada por los británicos.

En un primer balance del Mundial efectuado el pasado sábado, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, anunció que se está estudiando la introducción de dos nuevos asistentes para ayudar al árbitro principal pero descartó la utilización del vídeo. Esta extensión del arbitraje a cinco colegiados sobre el terreno , sumados al cuarto árbitro que sería el sexto, fue autorizada por la IFAB el pasado 18 de mayo.

La UEFA, que ha experimentado la novedad en los partidos de la Liga Europa de la pasada temporada, ya ha decidido incorporarla a la Liga de Campeones a partir de la próxima campaña y la Eurocopa de 2012, incluida la fase de clasificación. Su presidente, Michel Platini, quien a finales de 2009 declaró que el arbitraje en su forma actual había “muerto”, es un firme defensor de secundar al tradicional trío arbitral con dos ayudantes en cada área pero frontalmente hostil a la introducción del vídeo, al igual que las instancias dirigentes del fútbol mundial.

En la comparecencia informativa de ayer, el portavoz de la FIFA condenó la difusión de la imágenes del primer gol de Argentina, marcado en posición de fuera de juego, en las pantallas gigantes del estadio Soccer City de Johannesburgo. “Eso no debería haber sucedido”, declaró Nicolas Maingot. “Una de las instrucciones que les dimos a los responsables del programa de entretenimiento que se ofrece por las pantallas es que se podían repetir jugadas, pero no acciones conflictivas. Lo de ayer fue un error. Seremos más estrictos para que no se repita”, recalcó.

Las repeticiones de las jugadas polémicas no son difundidas en el circuito cerrado de los estadios, donde un realizador específico las sustituye por planos generales. Sin embargo, el domingo un desliz permitió que todos los espectadores comprobaran la ilicitud del gol de Tévez, incluidos los jugadores mexicanos que rodearon al juez asistente Stéfano Ayroldi cuya errónea decisión acababa de ser desautorizada ‘urbi et orbi’ por la moviola planetaria. Tras dialogar con su asistente, el árbitro central, Roberto Rossetti, ratificó la validez del gol con cara de circunstancias, las de un reglamento reñido con la tecnología.

Equipos franceses, alemanes e ingleses realizan las retransmisiones televisivas, producidas por la FIFA que detenta la titularidad de las imágenes, hasta con 32 cámaras que captan todos los detalles de cada uno de los partidos . De esta manera, los telespectadores han podido ser testigos de una cadena de errores arbitrales que van desde el gol en fuera de juego de Suiza a España, la doble mano del tanto de Luis Fabiano a Costa de Marfil o las dianas injustamente anuladas a los estadounidenses Edu a Eslovenia y Dempsey Argelia, por señalar algunos de los más clamorosos.

Pero en la FIFA prevalece la idea de que el error es humano, que la injusticia es parte consustancial del fútbol y que la polémica es la salsa de este juego. La universalidad de las reglas, el coste económico igualitario en todas las categorías y el dinamismo incompatible con las interrupciones son otros argumentos de la federación internacional.