Los árbitros convocan una reunión de urgencia para actuar en conjunto ante la ola de críticas

El estallido del caso Negreira ha enrarecido notablemente el ambiente en torno al estamento arbitral. Las decisiones polémicas que hace no tanto generaban enfados y críticas han pasado ahora a provocar sospechas y quejas públicas. Un panorama ante el que los colegiados han decidido pasar a la acción como ha desvelado este lunes Relevo, reuniéndose de forma telemática para consensuar una reacción conjunta.

Según explica Relevo, ellos ven detrás de esta situación, con ataques públicos y comunicados oficiales, una campaña que desemboca en la Asamblea de clubes del próximo miércoles 19 en la sede de LaLiga, en la que los clubes debatirán sobre el actual sistema arbitral. La creencia mayoritaria es que pagan mucho dinero por un servicio que no responde a ese precio, del que ni siquiera pueden opinar bajo amenaza de sanción, y que no está obligado a dar ninguna explicación.

Por todo ello los árbitros, que con unos salarios que superan los 300.000 euros son los mejor pagados de Europa, temen recortes y posibles cambios en su financiación. «Por el ambiente cada vez más irrespirable vamos a una reunión on-line voluntaria para comentar algunas cosas y tomar decisiones en conjunto», decía la convocatoria. Sin embargo la cita, prevista para las 16.00 horas, se aplazó al poco de empezar una vez que se hizo público el encuentro.

La situación por la que están pasando los árbitros no se reduce a la élite, pues este ambiente tan caldeado está teniendo también sus efectos en las categorías inferiores. Hasta tal punto que este domingo el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, y el presidente de los árbitros, Luis Medina Cantalejo, se desplazaron a Ceuta para apoyar al joven colegiado Antonio Pozo, agredido durante un partido juvenil.

El comunicado que anunciaba su presencia en Ceuta destacaba que «la RFEF ya ha denunciado en las últimas semanas el clima de hostilidad que se estaba generando en contra de los árbitros y advertía de que podría acabar con alguna tragedia como ya ha ocurrido».

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