Arabia Saudí cada vez asusta más: ahora también paga traspasos

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Iván Martín

Ante el creciente interés saudí por el talento en la Liga, equipos como Real Madrid y Barcelona protegen a algunos de sus jugadores con cifras cercanas a los 1.000 millones de euros; el precio para revocar sus contratos

El fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al-Nassr, anunciado a finales de 2022, significó el pistoletazo de salida a la carrera de los saudíes por revolucionar el mundo del balompié a golpe de talonario. 400 millones de euros repartidos en dos temporadas sirvieron para atraer al máximo goleador de la historia. Una vez finalizada su primera temporada en tierras árabes, el astro portugués vaticinó el peligro que se avecinaba para las grandes competiciones europeas: «Si continúan haciendo el trabajo que quieren hacer aquí durante los próximos cinco años, la liga saudí puede ser una de las cinco mejores del mundo».

Palabras mayores. Sin embargo, el camino recorrido por el campeonato saudita hasta la fecha puede dejar más que satisfecho al exdelantero del Real Madrid. El fichaje de Cristiano resultó de impacto mundial, pero le faltaba acompañamiento. Y no tardó en llegar. El 6 de junio se anunció el fichaje de Karim Benzema por el Al Ittihad. El vigente Balón de Oro, lejos de ser un futbolista en el epílogo de su carrera, dejó su puesto de estrella y capitán del conjunto blanco para emigrar hacia la península arábiga. El motivo principal, un contrato de 200 millones de euros por dos años de fútbol.

Las ligas europeas no pueden competir con la capacidad salarial de los saudíes. La suma de los sueldos anuales de Cristiano y Benzema, 300 millones, es superior al límite salarial del que dispusieron 17 de los 20 clubes de la Primera División —todos salvo Real Madrid, Barcelona y Atlético— para la pasada temporada. El dominio financiero de los jeques árabes era algo de sobra conocido por el mundo del fútbol. Pero durante este mercado de fichajes, se ha introducido una nueva circunstancia que podría dar lugar a un cambio en el paradigma futbolístico: los clubes sauditas están abonando el dinero de los traspasos para adquirir jugadores.

Es decir, ya no tienen la necesidad de esperar a que los futbolistas que pretenden acaben sus contratos o empiece su decadencia para poder acometer sus fichajes. Los desembolsos efectuados durante este mercado, junto a los que están por cerrarse, rondan cifras importantes. 60 millones al Zenit por el exbarcelonista Malcom, 55 por el centrocampista del Wolverhampton Rúben Neves, 40 para arrebatar a Sadio Mané al Bayern, 40 para que la Lazio soltara a Sergej Milinkovic-Savic, 29 por Jota, el joven delantero del Celtic, 25 para adquirir a Seko Fofana del Lens o 23 por el central del Chelsea Kalidou Koulibaly. Jugadores de renombre que elevan el nivel de la liga saudí y provocan que aquellos que se plantean recalar en tierras arábigas, se sientan más atraídos. Nada que ver con un cementerio de elefantes.

El último ejemplo de ello es la mareante oferta que en Francia aseguran ha realizado el Al-Hilal para intentar seducir a Kylian Mbappé. el conjunto árabe ha presentado una oferta de 300 millones de euros. Además, la CBS mantiene que tiene listo un paquete salarial de 700 millones por un año. Una operación que superaría los mil millones y que marcaría para siempre la historia del fútbol. El mismo club que pretende a Mbappé, el pasado junio se hizo con los servicios del doctor Juan José Jiménez. Una eminencia de la medicina deportiva que ejerció de jefe de los servicios médicos del Sevilla y, antes de hacer las maletas rumbo a Asia, era consultor externo de ese departamento en el club hispalense. Los tentáculos del petrodólar saudí no se limitan a los jugadores, sino que alcanzan a los mejores profesionales del mundo del fútbol.

Pese a ello, el presidente de LaLiga no siente que la llegada de jugadores de primer nivel a Arabia suponga ninguna amenaza para el fútbol de élite. Al escuchar el peligro que entraña, Javier Tebas siente un 'déjà vu': «He vivido China y la MLS [EE.UU.] antes. Una liga no se hace en 48 horas ni en tres o cuatro años. Es muy complicado crear la marca de una competición como la de las europeas: LaLiga, la Premier, la Serie A, la Bundesliga... No es un tema solo de llevar jugadores. Me alegra que hagan cosas de estas pero no me ponen nervioso».

A pesar de la confianza de Tebas en la solidez de los proyectos europeos, lo cierto es que ni el gigante asiático ni la potencia norteamericana han conseguido desde su irrupción en el panorama futbolístico aglutinar las estrellas que está reuniendo Arabia Saudí. Queda la duda de saber si las ingentes inversiones con origen en la península arábiga se podrán mantener en el tiempo. A la espera de resolver esa incógnita, es innegable que la liga saudí representa la mayor amenaza a la que se ha enfrentado el fútbol europeo.