Un año de cárcel para un futbolista internacional por grabar vídeos sexuales

La sentencia señala que «el señor Hwang filmó escenas de relaciones sexuales contra la voluntad de la víctima utilizando su teléfono móvil en cuatro ocasiones».

El escándalo salió a la luz cuando en junio de 2023 la mujer del hermano mayor de Hwang publicó en Instagram videos explícitos privados del futbolista en un intento de chantajearlo. Actualmente, su cuñada cumple tres años de prisión por ello.

Si bien la acusación había pedido una pena de cuatro años de prisión, el tribunal tuvo en cuenta el reconocimiento por parte de Hwang de su mala conducta y su remordimiento.

También valoró el hecho de que fuese una tercera personas (su cuñada) la que difundió las imágenes en las redes sociales sin la participación ni el conocimiento del jugador.

Hwang fue acusado de filmar en cuatro ocasiones —entre junio y septiembre de 2022— relaciones sexuales con sus parejas sin el consentimiento de las mismas. Inicialmente se nombraron dos víctimas, pero finalmente fue condenado por los cargos relacionados solamente con una de ellas.

«Teniendo en cuenta la gravedad del daño social causado por los delitos de filmación ilegal, es necesario imponer un castigo estricto», considera el juez.

Al salir del juzgado de Seúl donde tuvo lugar la vista, los periodistas le preguntaron al delantero surcoreano si tenía algo que decirle a la víctima. «Lo siento mucho», respondió. Y añadió: «Pido disculpas personalmente a los aficionados al fútbol».

Hwang, 62 veces internacional con la selección de Corea del Sur (ha marcado 19 goles), ha jugado en el Girondins de Burdeos, Nottingham Forest inglés y Olympiacos griego, entre otros clubes.

La última vez que vistió la camiseta de su país fue en 2023 y es probable que no vuelva a hacerlo toda vez que las normas de la Federación de Fútbol de Corea del Sur establecen la expulsión de todo aquel que sea condenado por delitos sexuales.

Corea del Sur luchado desde hace años contra la reprobable práctica social denominada «molka», vocablo coreano surgido de la combinación entre 'molrae (espía)' y 'kamera (cámara)'. Se trata de vídeos filmados ilícitamente que incluyen de todo, desde mujeres en baños públicos hasta vídeos de sexo en los que aparecen estrellas de pop coreano (K-pop).

Goo Hara, miembro del grupo musical femenino Kara, se suicidó en 2019 después de ser chantajeada por un ex novio con un vídeo porno a modo de venganza.

El cantante de K-pop Jung Joon-young cumplió el año pasado una condena de cinco años de cárcel por violación en grupo y filmación ilícita en uno de los más sonados escándalos de cámaras espía vividos en el país asiático.