Albert Luque: «Se hizo una bola tan grande que Jenni no pudo abarcarla ni controlarla»

-Hoy la Fiscalía ha pedido la nulidad del juicio por la parcialidad del Juez o, en su defecto, que se le imponga un año y medio de cárcel a los cuatro enjuiciados, como usted, por coacciones. Y Jenni también ha recurrido la sentencia. ¿Cómo ve este nuevo giro?

-No sé qué recorrido puede tener. Esto ha sucedido hoy mismo y ni siquiera he podido hablar con calma con mi abogada. Yo pensaba que con esta sentencia ya podía olvidarme de esto. Soy un hombre de deporte, no de tribunales, y pensaba que podía volver a dedicarme a mi vida, pero el cuento continúa.

-Cómo ha sido este año y medio desde que estallara todo tras ganar la final del Mundial.

-Yo siempre he llevado muy bien el tema de la presión deportiva del fútbol de élite. Principalmente, porque es una presión individual, pero en este caso no y han sido unos meses muy intranquilos porque ha sido una presión de padres, hijos, mujer, hermana y sobrinos, y ha sido muy difícil de gestionar. Ellos te quieren dar tranquilidad, pero sabes que están sufriendo.

-Tiene dos gemelos de 15 años y un hijo de 13. ¿Cómo ha gestionado todo este asunto con ellos?

-Ellos ya tienen una edad que yo digo que son adultos, pero niños. Hablar con mis hijos de esto ha sido lo más difícil. Mire, los padres son incondicionales y tengo mucha suerte de la mujer que tengo, porque ha sufrido a mi lado, pero al final los más difícil es cuando tus hijos te preguntan si puedes ir a la cárcel, aunque la abogada me dijera que era imposible al ser menos de dos años la petición. Fue una mochila para ellos. Me decían 'Papi, pero si tú solo has ido para intentar ayudar y que supiera Jenni que tenías su apoyo', y el explicarle el por qué se había dado la vuelta a este tema, los intereses que había, las presiones, lo que decían los medios… Eso ni siquiera yo sabía explicárselo.

-¿Usted alguna vez se fue a la cama pensando que podía acabar en la cárcel?

-No, nunca. Al ser una condena de un año y seis meses sabía que no podía ir. No es una tontería, pero sabía que no podía ir. Joder, si estamos en un mundo con dos dedos de cabeza… pero alguna noche sin dormir si he pasado. Uno no es de madera.

-¿Le ha dolido mucho la condena del 'telediario'?

-Es la peor. Al final este mismo juicio a nivel anónimo, la llevas bien. Pero al ser tan mediático, escuchas barbaridades. Cuando llegas al Juzgado te hacen algunas preguntas que son una locura, te arrollan y casi no se puede ni andar. Pero si yo no estuve en Sydney, ni en el avión de vuelta... No entiendo nada. Yo ya lo sabía de mi etapa de futbolista, pero el encontrar gente o periodistas imparciales o libres es muy difícil.

-En la Federación, primero le apartaron y luego le despidieron por una acusación que la Justicia ha absuelto. ¿Quién le devuelve ahora su trabajo?

No es quién me devuelve ahora mi trabajo, porque a lo mejor incluso yo no quiero volver, pero es una mochila, aunque haya salido absuelto, que siempre voy a llevar. Y no es el trabajo que no tengo, es el que dejo de tener. Mis resultados deportivos están ahí. Y creo que son inmejorables, pero por este asunto la gente tiene mucha cautela. Hay muchas Federaciones que han contactado conmigo para trabajar con ellos, pero hasta que no se resuelva esto del todo, no se van a meter en camisa de once varas.

-Es decir, sale inocente y tiene las puertas cerradas. Volvemos a la 'condena del telediario'

-Así es. La condena popular. Tú eres presidente de una Federación, miras a España y ves que con un director de fútbol han sido campeones olímpicos, de la Nations League y de la Eurocopa. Que, además, ese mismo director de fútbol puso a De La Fuente y lideró el cambio generacional… pero espera, que es que tiene un juicio. Pues nada, se buscan a otro. Si no hubiera nada de esto, yo estaría trabajando en una Federación de máximo nivel desde hace meses.

¿Ha hablado con Rubén Rivera y con Jorge Vilda?

Sí, claro. Mire, Rubén es una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Yo, gracias a Dios, y toco madera, por mi etapa de futbolista y con la vida organizada que llevo, no dependo de un trabajo, pero él no. Es padre de familia y si esto se alarga más le puede afectar mucho porque va a tener un problema económico. Y eso me duele. En el caso de Vilda, pues está más en mi línea y encima tuvo una Federación (la marroquí) que tiró para adelante y decidió que digan lo que digan es campeón del mundo y para el fútbol femenino de Marruecos es lo mejor.

-¿Con Rubiales también ha hablado?

-Sí, mucho. La última vez hace 72 horas. El tiene una cosa más grande, una cruz en la mochila. Sin entrar en el tema beso, a nivel federativo ha sido un presidente increíble. Se inventó la Supercopa actual, por el fútbol femenino hizo mucho y acabó saliendo de la Federación siendo mi presidente y mi amigo. Y sigue siéndolo.

-¿Cómo está él?

-Pues mire, tras salir la sentencia, fue de los primeros en llamarme y decirme que se alegraba mucho por mí. Claro, él no estaba satisfecho con la sentencia y me dijo que hablaría con sus abogados para recurrirla.

-¿Qué piensa de la condena?

-Es un tema muy delicado y creo que hablar de ello me puede perjudicar, pero creo que se puede imaginar qué pienso de la condena de Rubiales.

-Con Jenni entiendo que nunca ha podido hablar.

-No, no se podía, pero yo creo que la mejor manera de arreglar las cosas es hablarlas. Las personas cuando se miran a la cara y a los ojos saben si mienten o no, pero esto ha sido una bola tan grande que lo mejor era tener distancia.

-¿Y si hubiera podido hablar con ella, qué le hubiera dicho?

Lo que intenté decirle cuando fui a Ibiza. Solo quería decirle que era mi amiga. En el juicio solo se podía hablar del tema de Ibiza, pero nosotros hemos tenido cosas personales. De mandarla cosas de Iberdrola, a Ayuntamientos a dar charlas y no saber cómo cobrar eso. Y le decía, '¿pero no tienes gestor, Jenni?' Y le pasé el contacto de mi gestor de toda la vida de Terrasa. Yo la consideraba una amiga mía. Fui a Ibiza para decirle que tenía un amigo en la Federación para escucharla y ver lo que pasaba. Ella tenía la bola tan grande que no quería hablar con nadie y me mandó a su amiga. Intenté explicárselo a su amiga, no me quiso recibir y me fui. Pero mi intención ese día era que supiera que dentro de la Federación tenía un amigo que no era parcial para ningún lado. Solo quería ayudar a dos amigos, no ir para un lado u otro.

-¿Eso es lo que más me dolió?

Sí, lo que más me dolió es que una amiga ni siquiera me escuchara, porque ella me ha necesitado en momentos que yo he estado ocupado y la he ayudado siempre. Sabía que era campeona del mundo y que quería pasarlo bien, pero yo solo quería explicarme diez minutos. Nada más. Solo intentaban mediar por dos amigos para intentar encontrar un punto de encuentro.

-¿Por qué cree que ha actuado así Jenni?

-Mi opinión personal es que a Jenni se le fue de las manos y se le fue de madre. Se hizo una bola demasiado grande que ella no pudo abarcar ni controlar. Me sorprende decisiones que ha ido tomando, sí, pero al final la vida te va sorprendiendo de ciertas cosas.

-La clase política ha tenido mucho impacto en todo este asunto.

-¿Sabe qué pasa? Son mundos que se me escapan. Yo vivía en una burbuja, pensando en el 4-4-2, o en el 4-3-3, esta convocatoria o la otra. Eso es lo que me interesaba. En este último año he sufrido un aprendizaje de mi vida. Me he convertido en una persona menos sociable, más introvertido, menos confiado y menos amigo. La vida me ha llevado a eso.

-¿Aparte de lo evidente, alguien más le ha decepcionado durante este proceso?

-No, ha sido todo como me esperaba. Pero mire, como futbolista he logrado cosas y luego también como director deportivo, pero el día que salió mi absolución fue el día que más llamadas y mensajes recibí en mi vida. Todos de alegría y felicitación. Mi móvil no abarcaba más, pero eso sí, una vez absuelto. Durante ese camino me escribió gente, sí, pero el teléfono estuvo más en silencio de lo normal.

-¿Por miedo?

-No lo sé, pero realmente me alegro. Porque realmente los que yo quiero, que antes me cabían en dos manos y ahora en una y media, estuvieron.

-¿Y qué tiene que reprocharnos a los medios?

-No me quiero meter en este tema. La prensa siempre tiene las de ganar si vas en su contra. El camino es muy largo. Por ejemplo, soy entrenador y tengo un problema con un medio o un periodista. Mientras vaya todo bien, perfecto, pero llegará un momento que vaya mal y el periodista y el medio van a estar ahí y te la van a hacer pagar. Es cuestión de tiempo, porque nadie es eterno, pero el periodista y el medio sí lo son. Entonces el conflicto con la prensa no quiero tenerlo. Que es verdad que yo tenía una percepción de la prensa y ha aumentado, pues sí.

¿Ha aumentado o ha cambiado?

Ambas, pero tampoco me sorprende.

Cumple el martes 47 años. ¿Qué hace ahora con su vida?

Juego mucho al pádel, voy al gimnasio, hago TRX, corro en cinta o lo hago fuera, hago pesas y dedico mucho tiempo a mi familia. ¿Y a nivel laboral? Aunque haya salido absuelto, llevo una mochila. Ya le he comentado que han contactado conmigo cuatro o cinco federaciones muy importantes, por mi currículum es el que es. Conmigo se ganó todo y yo puse a De La Fuente, convencí a Lamine… Bueno, muchas cosas. Lo que le gusta a esas Federaciones de mí es cómo hemos ganado. Había que tener una idea y todas las categorías de la selección la tuvieron, porque estaban al servicio de la absoluta. Para ellos trabajábamos. Quería jugadores que cuidaran el balón, no por el físico. Para que cuando todos estos jugadores llegaran a la absoluta supieran que la idea era cuidar el balón, y ese era el perfil de entrenador que yo elegía. Nosotros ganamos lo que hemos ganado enamorando a todo el mundo. ¿Quién ha hecho todas estas cosas? Eso es un plus para mí, pero está en un juicio y esto y lo otro. Y esto es lo que arrastro. Una Federación no quiere problemas. Si no fuera por esta mochila, yo ya estaría trabajando en otro lado y por cantidades que multiplicaban por mucho lo que ganaba en la Federación.