Fútbol / Mundial de Clubes
Las alas cortadas del Salzburgo: la muerte de Mateschitz y el adiós de Freund
El fallecimiento del fundador en 2022 y la salida del director deportivo en 2023 han frenado el brillante proyecto de fútbol del equipo austríaco, rival del Real Madrid
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Iniciar sesiónHace cinco meses, en una fase de grupos de Champions bastante pobre del Madrid, los blancos recibieron al Salzburgo en el Bernabéu, y a pesar del delicado momento blanco, los austríacos pasaron por allí como quien observa una tormenta de verano desde la ventana de ... su casa. El Madrid le metió cinco, y si hubiera necesitado diez, los hubiera hecho también. Y es que todo lo bueno que había construido el equipo de Red Bull en los últimos años se ha venido abajo en las dos últimas temporadas. Los motivos, parecen evidentes.
En el verano de 2023, Christoph Freund, 'el Monchi' de Red Bull, dejó la dirección de fútbol de la marca para marcharse al Bayern de Múnich, un golpe importante, sobre todo para el Salzburgo, el equipo que más se había beneficiado del brillante conocimiento del fútbol modesto que tenía Freund. Bajo su mando, iniciado en 2015, el Salzburgo encadenó los mejores años de su historia, encadenando nueve títulos consecutivos de Liga y nueve de Copa, además de ganar la Youth League en 2017. Lo hizo con un método muy parecido al del gran Sevilla de Monchi. Jugadores desconocidos comprados a precio de saldo y vendidos poco después por una cantidad de dinero muy elevada.
De allí han salido Haaland, Mané, Sabitzer, Upamecano, Szoboszlai o Keita, pero todo esto ha desaparecido tras la marcha de Freund. El equipo suma dos temporadas sin títulos, hizo una malísima Champions este curso, siendo el tercer peor equipo de la fase de grupos (34º), con solo tres puntos, y se clasificó para la edición del año próximo de rebote, gracias a una carambola en la última jornada de su liga. Un declive que, de momento, están maquillando en este Mundial de Clubes, donde han llegado con serias opciones a la última jornada para meterse en octavos.
Lo que antes era un paseo militar para el Salzburgo en su país, además de ser siempre rival peligroso en Champions, ahora es un sufrimiento bajo el paraguas de Klopp. El alemán cogió el testigo de Freund, pero su función de scouting está muy alejada del actual director deportivo del Bayern. Jurgen es más un consejero que un director de fútbol. No va a ir a la segunda división francesa, ni a la primera noruega para encontrar al nuevo Upamecano o al nuevo Haaland, y eso también ha mermado la calidad del proyecto.
Cierto es que tanto lo que hacía Monchi en el Sevilla como lo que hizo Freund en el Salzburgo no siempre sale bien. Encontrar una hornada de futbolistas prácticamente a coste cero que en uno o dos años se vayan a convertir en estrellas del fútbol europeo no es sencillo, pero esa eficacia y rentabilidad en el mercado no ha pasado por un gris. Directamente, del blanco al negro, con un actual Salzburgo donde apenas hay jugadores de nivel.
También es verdad que Red Bull, que pone casi todas las habichuelas en el mundo del motor y de los deportes de riesgo y aventura, enfoca el fútbol en el Leipzig, la piedra angular del proyecto, por encima del Salzburgo y New York Red Bulls, pero la realidad es que el equipo alemán y el americano no pasan tampoco por su mejor momento en comparación a la etapa de Freund
Pero no solo el adiós de Christoph ha cambiado el paso del equipo austríaco. El fallecimiento en octubre de 2022 de Dietrich Mateschitz, fundador de Red Bull, ha sido otro de los factores que han mermado el proyecto futbolístico. El exdueño, de familia croata pero natural de Austria, era un amante del fútbol y de la ciudad de Salzburgo, y fue él quién apostó por comprar el Austria Salzburgo en 2005 para convertir al club en un equipo capaz de pelear con los grandes de Europa en un plazo de diez. Lo logró, y su legado está ahí, pero tras su muerte, ya no hay nadie en Red Bull que mire al Salzburgo con esos ojos de amor a primera vista con los que le miraba Mateschitz. Ahora, todas las miradas están centradas en la esencia de la marca de bebidas energéticas, y el fútbol no es que haya pasado a un segundo plano, pero nadie había dentro de la compañía con más pasión por el deporte rey que Mateschitz. Sin él, y sin Freund, y con Klopp, nada es lo mismo.
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