Fútbol
El adiós del goleador silencioso: se retira Jorge Molina a los 41 años
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Iniciar sesiónExisten dos formas principales de alcanzar la élite del fútbol español. La más recurrente, a través de las canteras de los principales clubes. La más ardua, ascender desde las categorías semiprofesionales. Así se labró su camino hasta el éxito Jorge Molina (Alcoy, Alicante, 1982), ... un goleador silencioso que construyó su camino a base de trabajo y, sobre todo, de goles. Y que ahora deja el fútbol. Este martes se despidió con un emocionante mensaje en redes.
Un delantero de 1,87, con calidad a raudales, olfato goleador y una inteligencia futbolística difícil de encontrar en un futbolista de su altura. La mejor faceta de su juego fue el dominio de su cuerpo, gracias al cual se imponía con facilidad al marcaje de los defensores y dominaba el esférico con sutileza.
Las despedidas son tristes simplemente porque son despedidas, si no duele es porque no importan, si no te importan no es una despedida.@CD_Alcoyano #Gandia #Benidorm #PoliEjido @elchecf @RealBetis @GetafeCF @GranadaCF pic.twitter.com/1RcnCxE1in
— Jorge Molina (@Jorge9Molina) July 26, 2023
Molina se crió futbolísticamente en las categorías inferiores del Levante. No le llegó la oportunidad de mantenerse en la cantera granota y tras pasar por los juveniles del club de su ciudad natal, el alcoyano inició un periplo por clubes valencianos de Tercera División. La primera gran oportunidad de su carrera le llegó en 2005, cuando con 23 años recaló en el Benidorm para disputar la Segunda B. A esa edad, son muchos los jugadores que ya tienen un nombre hecho en Primera. Molina sabía que su camino era otro, pero el objetivo era el mismo. Y solamente había una forma de conseguirlo: dejando que sus goles hicieran todo el ruido.
Y así fue. Durante las dos temporadas que estuvo en la Costa Blanca, sus 33 tantos le brindaron su primer 'ascenso' personal, en forma de oportunidad para competir en Segunda con el Poli Ejido. A pesar del pobre rendimiento de Molina y el descenso, el alicantino recuperó su nivel en la siguiente campaña y dejó para la historia de la localidad almeriense un hat-trick copero ante un Villarreal que competía en Champions League.
Entonces, el Elche llamó a su puerta para competir en la categoría de plata de fútbol español y, desde ese momento, no regresó al balompié popular y se instaló en la élite. Como delantero del conjunto ilicitano, anotó 26 goles y se erigió como máximo goleador de la Liga. Gracias a lo cual dio un salto en su carrera y llegó al Real Betis, equipo que le cambiaría la vida y le llevaría a debutar en Primera con 29 años.
Su llegada coincidió con el fichaje de Rubén Castro por el conjunto verdiblanco y entre ambos formaron un tándem para la historia. Sus 77 goles con la camiseta de las 13 barras le sitúan entre los máximos artilleros de la historia del club, pero hay uno que la afición del Villamarín guarda con especial cariño. En la última jornada de la temporada 2012-2013, su tanto en el Ciutat de Valencia permitió al Betis regresar a Europa. Tras seis temporadas y dos ascensos, Molina abandonó el cuadro verdiblanco con un homenaje a la altura de su recorrido y recaló en el Getafe.
El conjunto azulón militaba en Segunda y se podría interpretar como un paso atrás en la carrera del alcoyano. Nada más lejos de la realidad. Sus 20 goles ayudaron a los de Bordalás a volver a la élite y, como ya hiciera con el Betis, consiguió clasificarse para disputar competición europea. Será difícil de olvidar para los getafenses el ataque formado por Molina, Jaime Mata y Ángel Rodríguez, que tantas buenas tardes de fútbol brindó al Coliseum Alfonso Pérez. También quedará en la memoria ese fatídico penalti errado en el Giuseppe Meazza, algo que no empaña su figura. Después de cuatro temporadas en el sur de Madrid, el delantero alicantino dejó el Getafe como máximo goleador del club en el siglo XXI.
Su siguiente aventura futbolística le llevó hasta Granada. En esta etapa, hizo gala de uno de sus mayores méritos: la longevidad. Llegó a la ciudad nazarí con 38 años y, a pesar de tener que asumir un rol de suplente lógico debido a su edad, sus aportaciones eran de suma importancia. Durante las dos primeras campañas, a pesar de no disputar como titular ni siquiera la mitad de los encuentros, registró la gran cifra de 27 goles entre todas las competiciones. Pudo disfrutar de nuevo de competición europea y participar en la histórica eliminatoria ante el Manchester United. Además, se convirtió en el jugador más veterano en conseguir un doblete y un triplete en la historia de la Liga. Tras el descenso consumado hace dos años, Molina militó durante su última temporada en Segunda.
La rotura del cruzado que sufrió el pasado marzo impidió que cumpliera los partidos mínimos para que se produjera su renovación automática y le ha obligado a adelantar su retirada. Su futuro podría estar ligado al banquillo como ayudante de Paco López en el Granada. En el último partido como profesional de Jorge Molina anterior a la lesión, el 12 de marzo, anotó un doblete. El de Alcoy, tras una veintena de temporadas, se ha marchado como llegó: marcando goles.
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