El acta del Nástic-Málaga que recoge otro episodio de vergüenza en el fútbol: «Tu hijo va a morir»

Así lo recoge en el acta arbitral el colegiado del encuentro, Éder Mallo Fernández, en la que especifica que se dirigieron una ristra de insultos, amenazas e intentos de agresión al cuerpo arbitral al término del encuentro, teniendo que salir escoltados hacia los vehículos y por la carretera.

«Una vez finalizado el partido, cuando nos retiramos a los vestuarios, un miembro del cuerpo técnico del club local, identificado por su indumentaria pero sin poder saber su identidad puesto que salió en carrera, empujó a mi asistente n1 por las escaleras del túnel de vestuarios no lamentando ninguna lesión», se lee en la primera parte del apartado 'Otras incidencias'.

Dicho documento recoge la brutalidad que se vivió durante todo el encuentro y lo que tuvieron que soportar los árbitros tras confirmarse que el cuadro andaluz seria equipo de Segunda división: «Una vez nos encontramos en vestuarios, pudiendo acceder a ellos gracias a la ayuda de la fuerza pública, se producen multitud de incidentes en la puerta de nuestro vestuario. Detallamos: golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones; se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta y gritándonos, entre lo que identificamos lo siguiente: 'Vais a morir'; 'sinvergüenzas'; 'tu hijo va a morir'; 'ojalá os matéis'; 'hijos de puta'; 'que muera vuestra puta familia'; 'cobardes hijos de puta'; 'dar la cara hijos de puta que os vais a enterar'; 'no tienes huevos'; 'tu puta madre'; 'te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja (en 4 ocasiones)».

También en el documentos se especifican otros episodios demoledores con el balón aún por el terreno de juego. Se oyó hasta en dos ocasiones gritar la grada local «puta Málaga» y en el documento citado se ha recogido que las fuerzas de seguridad de campo tuvieron que actuar porque se encendieron bengalas, petardos e, incluso, arrojaron objetos sobre el terreno de juego.

El colegiado, advertido por el portero del club blanquiazul, Alfonso Herrero, tuvo que activar el protocolo de mandar a vestuarios a ambos conjunto tras avisar por segunda vez megafonía de la prohibición de lanzar cosas al campo. El partido estuvo detenido siete minutos, ya que la grada no paraba de arrojar balones al terreno de juego con el ánimo de alterar el partido e interrumpir el juego.

En el acta también se expone la reacción del jugador del equipo local, David Concha, que profirió insultos al cuerpo colegial e incluso echo agua por encima de uno de ellos: «En el minuto 120 el jugador (23) CONCHA SALAS, DAVID fue expulsado por el siguiente motivo: Por salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones. Dirigiéndose a mi asistente número 1 en los siguientes términos: 'Sois unos sinvergüenzas, hijos de puta'. Negándose a retirarse a vestuarios. Previamente, le lanza el agua de una botella de 33cl vaciándola sobre su cuerpo», recoge Mallo Fernández en el documento.

Todos estos hechos serán dirimidos por el comité disciplinario de Primera RFEF, pudiendo acarrear en graves sanciones tanto para el club catalán como para miembros del equipo.

No solo se vivía violencia dentro del estadio donde juegan de locales los de Dani Vidal. Varios usuarios de redes sociales colgaron las vergonzosas imágenes de aficionados enzarzándose en peleas en los aledaños del estadio horas antes del pitido que señala el comienzo del encuentro.

Otro episodio de vergüenza en el fútbol español que empañará la alegría de los malagueños, quienes llegaron a la ciudad andaluza alrededor de las 05:30 arropados por 5.000 malaguistas que llenaron el aeropuerto a la espera de recibir a su equipo.