Osasuna 1 - 0 Athletic
Abde destroza la calma del Athletic
Semifinales Copa del Rey
Un golazo del extremo marroquí da la victoria a Osasuna en la ida de la semifinal copera
Cruces y resultados de la Copa
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Iniciar sesiónPese a la reforma que embelleció a El Sadar y lo convirtió en uno de los mejores estadios del continente, la ida de semifinales de Copa del Rey ante el Athletic fue un homenaje al pretérito campo de Osasuna; ese lugar de barro ... helado y calor en las gradas, fútbol de centro y remate, extremos rápidos y entradas tenebrosas. Anoche no hubo ni rastro del juego de posición, salidas lavolpinanas o mediapuntas en un partido donde fue imposible recibir entre líneas que finalmente fue resuelto por una genialidad de Abde.
Como siempre sucedió en Pamplona en el frío invierno, las temperaturas bajo cero poco importan cuando Osasuna compite. Pero ayer era un día especialmente importante para un equipo poco acostumbrado a los focos nacionales: los navarros volvían a una semifinal copera 18 años después en un curso donde hasta miran a Europa sin complejos. La ilusión era desmedida, la grada rugía e inundaba el verde de globos y confeti, y solo los nervios iniciales, los errores no forzados, las dudas y el fútbol sin riesgo calmaron a la hinchada local. Sin embargo, un talento llamado Ez Abde se encargó de volver a incendiar El Sadar.
El atacante propiedad del Barcelona comenzó a protagonizar el encuentro tras el primer cuarto de hora, en ese instante justo cuando los de Arrasate rasearon un balón que hasta entonces solo conocía el aire. Abde, como un extremo pretérito, encaró una y otra vez al binomio De Marcos-Berenguer, perdió una y otra vez la bola en una finta perenne, tiró caños y destrozó la calma de la defensa bilbaína cuando engañó a Vivian, lo dejó atrás con un regate bello y fugaz y firmó el 1-0 con un fuerte disparo raso al que Aguirrezabala en ningún caso pudo llegar (minuto 47). El marroquí era un oasis de talento en un encuentro que vivió una vorágine bélica de principio a fin. Incluso hubo sangre en ambos bandos; tanto el Chimy Ávila, después de un manotazo de Berenguer, y Vivian, al ser pateado en el rostro por Budimir, sufrieron leves hemorragias.
El desequilibrio en el marcador, atípicamente, no cambió los planes de unos y de otros. Mientras el Osasuna continuaba focalizando sus transciones ofensivas por la banda izquierda del incesante Abde, el Athletic no consiguió llegar con un mínimo de peligro a la meta de Herrera. Con Muniain, Sancet e Iñaki Williams desapericidos, ni la entrada de Nico y Raúl García preocuparon a una zaga local brillante donde por encima del resto destacó de nuevo David García.
Sin mayores perturbaciones en los cientos de balones colgados al área por un impotente Athletic, salvo una gran ocasión de Guruzeta, el partido murió. El Osasuna recogía un tesoro de su tierra con un resultado similar a la ida de 2005, cuando un gol de Valdo sirvió para vencer al Atlético de Madrid. En aquel entonces, ese triunfo les valió para pasar a la final; en esta, casi dos décadas después, San Mamés dictará sentencia.
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