Un penalti evita un disgusto al Sevilla

Después del empate ante el Salzburgo, los de Julen Lopetegui no lograron llevar su buena versión liguera las últimas jornadas al Volkswagen-Arena pero salvaron otro punto. A los andaluces les falló también la seguridad atrás --solo lleva dos goles en contra en Liga-- a los pocos minutos de la reanudación pero después de que Bono salvara el 2-0, el VAR sonrió al Sevilla a la tercera.

Rakitic empató desde el punto de penalti y, con uno más por la expulsión de Guilavogui, acecharon 10 minutos sin premio. El gran reto de la temporada se mantiene en pie para el Sevilla, segundo con dos puntos, igualado con el Wolfsburgo, por los cuatro de un Salzburgo que ganó (2-1) al Lille (1 punto).

Los andaluces se encontraron otro partido como el grupo, peleado muy de igual a igual, con un cuadro alemán también fuerte en el inicio del curso. El Wolfsburgo, con gran ambiente en su campo, quiso morder y poner ritmo al encuentro, pero el Sevilla no le dejó. Los de Lopetegui manejaron más la posesión pero les faltó llegar.

Para cuando supo contrarrestar el ímpetu alemán, al equipo español no le quedó tiempo para buscar más ataques y encima perdió a Acuña. El lateral argentino fue quien abrió la veda de llegadas, junto a Navas por el otro lado, pero no acertó Rafa Mir, novedad en el once aunque tampoco sorpresa con la baja de En-Nesyri.

El ataque visitante despertó con la única llegada local, un disparo de Steffen demasiado solo. Acuña no encontró a Mir de milagro y después el atacante controló lo que era un remate claro de primeras. No dejó espacios atrás el Sevilla y el Wolfsburgo apretó pero no inquietó a Bono. Sin embargo, la reanudación confirmó la lesión de Acuña y además trajo el gol alemán.

Steffen no perdonó en el cuarto remate que intentó un jugador de verde en el área del Sevilla, a centro de Baku, después de un rechace forzado de Navas. El tanto supuso la entrada de Lamela y Rakitic, por Mir, en los visitantes, pero estuvo mucho más cerca el segundo que el empate. De hecho, al Sevilla le faltó reacción.

Los de Lopetegui ganaron algo de posesión pero nada de lucidez arriba. El técnico quitó a Mir y poco después a Ocampos, por Munir, sin duda echando de menos a En-Nesyri. A la contra, como peces en el agua, los de Mark van Bommel perdonaron muy claras, en especial por medio de Weghorst, y en gran parte por culpa de Bono.

Diego Carlos pudo encontrar petróleo en un saque de esquina, provocado por la entrada de más a menos de Lamela; Rakitic, también desde fuera con un disparo potente. El Sevilla no tuvo fortuna tampoco con el VAR hasta la tercera. En el primer tiempo pidió un penalti a Koundé y al final otro por manos, pero una plancha de Guilavogui a Lamela sí convenció al colegiado.

Rakitic convirtió la pena máxima y con la expulsión del jugador local el Sevilla apretó en busca de la remontada. El 'Papu' Gómez mandó un centro envenenado al palo y Munir disparó alto en las dos mejores ocasiones para haber pescado más en un loco final. Con todo, el empate deja un panorama favorable para los andaluces.