Wilshere, la eterna promesa que vuelve tras el confinamiento

En la actualidad, Wilshere acaba de firmar un contrato de seis meses con el Bournemouth de la segunda división inglesa, en el que ya militó en 2016. «Desde que oí que estaban interesados (el Bournemouth), no pude parar de sonreír. Mi mujer y mis hijos están encantados de sacarme de casa », explicaba el jugador la semana pasada tras oficializar su fichaje por el equipo del sur de Inglaterra. Una noticia que «deshumanizó» al centrocampista, pues desde que Wilshere rescindió su contrato con el West Ham, el club de su infancia, el pasado mayo, ha vivido la pandemia del coronavirus como uno más, ejercitándose a medio camino entre su vivienda y un parque público.

El inglés comenzó a entrenar con el equipo después de las Navidades y ayer, en su segundo partido con el conjunto, anotó a los 24 minutos contra el Crawley Town de la FA Cup (2-1 para el Bournemouth). Nadie duda de la calidad de Wilshere , pero su caso es uno más de la larga lista de grandes proyectos futbolísticos truncados por las lesiones. En sus diez temporadas como jugador del Arsenal, el inglés estuvo de baja un total de 878 días por diversos problemas físicos, más de dos años sin césped. Especialmente dura fue su última temporada en los «gunners», en el 2016, cuando una fisura en el peroné le dejó sin jugar prácticamente toda la campaña, algo que se repetiría el año pasado en el West Ham, donde solo pudo disputar 18 partidos.

«He tenido la suerte de ganar una buena cantidad de dinero a lo largo de mi carrera, no tenía la necesidad de volver a jugar al fútbol. Pero tras estar tres meses en casa (durante la cuarentena), me di cuenta que quería jugar el máximo tiempo que pueda », explicaba el londinense de ahora 29 años. Un jugador víctima de su propio talento y de las desmesuradas expectativas que cercan a tantos jóvenes. Por otra parte, volverá a escena el próximo mes, cuando su equipo se enfrente al Burnley de la Premier en la siguiente ronda del torneo copero.