La Real no pierde la esperanza

El conjunto blanquivioleta salió a presionar, sabiendo que al rival le gusta jugar desde atrás y tocar el balón, controlando el mayor tiempo posible, y ya en el minuto 3 Míchel pudo aprovechar un robo en el centro del campo que le dejó solo en su carrera hacia la meta vasca, pero se quedó sin ideas y no supo cómo finalizar.

La Real Sociedad jugaba y el Real Valladolid esperaba los posibles fallos, pero la contundencia y la intensidad fueron cualidades de los de Alguacil, que pudieron inaugurar el marcador en el minuto 10 con un remate de cabeza de Willian José , sin marcaje en el punto de penalti, pero le salió muy flojo y Masip no tuvo problemas para detenerlo.

Sin renunciar al ataque, como es habitual en el cuadro blanquivioleta y, aunque resultaba difícil crear peligro a un equipo tan bien situado en el terreno de juego como la Real Sociedad, la ocasión más clara de gol estuvo en las botas de Hervías que, con un potente disparo tras saque de falta, estrelló el balón en el larguero.

Pero el control del esférico fue para el cuadro vasco, con una fuerte presión defensiva y una destacada organización, que les empezó a dar réditos en forma de llegadas al área blanquivioleta, si bien no lograron hallar la finalización adecuada para terminar de asustar a un Real Valladolid centrado en defender como bloque.

Con este escenario, ambos equipos llegaron al descanso con el mismo resultado con el que comenzó el choque.

Tras la reanudación, la Real Sociedad quiso romper el partido y mostró el mismo ritmo potente del inicio del partido que le concedió la mejor oportunidad hasta el momento, de nuevo con Willian José como protagonista pero, con todo a su favor, lanzó con el interior del pie y el balón se perdió por encima de la portería local.

Pero los vallisoletanos fueron adquiriendo energía y pusieron a engrasar la maquinaria en busca de un gol. Un fuera de juego anulaba el gol de Sandro en el minuto 60, pero el cuadro local no se desanimó y trató de aprovechar las pérdidas de los donostiarras para asediar el área rival.

Se cantaba el gol del Real Valladolid, cuando Guardiola se plantó solo delante del portero visitante, pero en el uno contra uno, con una buena salida de Remiro , fue el guardameta el que se llevó el gato al agua, impidiendo una clarísima ocasión para los de Sergio González.

Los de Alguacil siguieron con esa presión para mantener el control y eso se tradujo en una nueva opción, en este caso, para Oyarzabal , quien no se lo pensó a la hora de disparar a portería desde la frontal del área, en un lanzamiento que se fue por encima del travesaño, por muy poco.

La Real Sociedad quiso echar el resto en los compases finales del encuentro y lo fueron intentanto, de manera consecutiva, Isak y Oyarzabal, aunque sin éxito, en un asedio fácil por parte de los vascos, del que los vallisoletanos se zafaron una y otra vez, con un Salisu espectacular, que impidió el gol donostiarra en ese arreón final.