Último regalo para la final

Último regalo para la final

Primero fue el bolo en Azerbayán , luego los trámites ante Nueva Zelanda , Irak y Suráfrica ; ahora, una semifinal de lo más desequilibrada ante Estados Unidos (20.30, Tele 5 ). Si no fuera porque Brasil aparece en el horizonte de Johannesburgo, el ... periplo de España se asemejaría más a una gira «galáctica» de tres semanas para hacer caja, afición y vender camisetas, que a la disputa de la Copa Confederaciones en Suráfrica. Pero es lo que toca. Los hombres de Del Bosque asumen que no pueden distraerse ante un adversario extraño, capaz de subir y bajar de las nubes en cuestión de horas.

Los norteamericanos son los decimocuartos del mundo, han conseguido dos terceros puestos en sus tres participaciones en este torneo, ganaron la Copa de Oro de la Concacaf de 2007 y están casi clasificados para el Mundial. Marchan por detrás de Costa Rica, pero aventajan a la tricolor del «Vasco» Aguirre. No son la «gran selección» a la que se refieren los españoles, elegantes, pero sí se merecen cierta consideración.

La mayor parte de sus jugadores militan en Europa y hombres como Michael Bradley (el hijo del técnico), Donovan, Dempsey o Altidore saben lo que se hacen. El explosivo delantero fichado por el Villarreal ha enviado un mensaje a su amigo Capdevila en el que le advierte que tenga cuidado. «¡Se habrá equivocado!», bromeó el lateral ilerdense tras recibirlo. Ausentes por descanso ante Suráfrica, tanto él como Xabi Alonso vuelven a ser fijos en un once similar al que goleó a Nueva Zelanda en el estreno.

Alerta máxima

La eliminación de Italia y el desplome de los egipcios, afectados quizá por sus juergas nocturnas junto a prostitutas, suponen dos toques de atención sobre la necesidad de estar en alerta máxima para evitar sorpresas. Después de 15 victorias consecutivas y de 35 partidos sin perder, si algún día hay que caer, que al menos sea ante los pentacampeones del mundo. Llegados a este punto, los campeones de Europa están concienciados de que todo lo que no sea competir en la final será un fracaso sin paliativos.

A este paso, a Del Bosque se le va a rayar el CD con el discurso sobre el riesgo que supone no respetar a los adversarios. El técnico salmantino y sus ayudantes, con el «espía» Paco Jiménez a la cabeza, trabajaron contrarreloj para concluir un informe fiable sobre los estadounidenses. Se lo sabían casi todo sobre Italia y Egipto. Pero tras esa jornada final de locos, tuvieron que improvisar.

Aunque España ha ganado sus tres partidos a EE.UU., el más reciente, de junio de 2008, invita al recelo. Fue un amistoso preparatorio para la Eurocopa, celebrado en Santander, y Xavi fue el autor del gol del triunfo.

Los norteamericanos se agarran a ese encuentro para soñar. Creen haber descubierto la fórmula mágica para detener a España. «Sabemos lo que tenemos que hacer para pararles. Su estilo es el de mover el balón y mantener la posesión, pero les hemos estudiado. Su capacidad para jugar en espacios cortos y salir de ellos es maravillosa, pero conocemos cómo contrarrestarlos», ha insistido su técnico, Bob Bradley, desde el momento en el que conoció el cruce. Habrá que ver el contenido de la receta.

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